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Buscar la excelencia en nuestros trabajos

Nuestros trabajos, nuestras carreras, nuestras nóminas… son todas bendiciones de Dios.

Son bendiciones que llegan en todas las formas y tamaños… aunque a veces podemos olvidar estas bendiciones cuando nos quedamos estancados, nos endeudamos o mientras luchamos para cumplir con los plazos y las solicitudes de muchos clientes al mismo tiempo.

¿Cómo cultivamos el Ihsan (excelencia) en nuestro trabajo para mantenernos en el camino correcto en todo momento?

No es fácil verse atrapado en esta carrera de ratas o en el ascensor del mundo corporativo. O tal vez las tareas a las que nos enfrentamos a diario no son más que rondas es una fábrica y esto también puede ser frustrante.

No importa cómo de difíciles se pongan las cosas, hemos de intentar siempre lograr la excelencia en nuestro trabajo, ya sea en un trabajo de 9 a 5, como autónomo o a trabajo de media jornada en la panadería local.

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Todo lo que hacemos requiere perfección, y estas son algunas maneras de ayudar a que nuestro Ihsan (excelencia) alcance las alturas del contentamiento de Dios.

Pídele a Dios que te guíe

Hemos de buscar el Ihsan (excelencia) en el trabajo pidiéndole a Dios que nos guíe. Hay muchas razones por las que podríamos perder el interés en nuestro trabajo, ya que la insatisfacción proviene de muchas las fuentes. Podría ser un sueldo que no cubre los gastos, clientes o colegas indisciplinados, muchas horas y/o una mala calidad de vida.

No todo se puede cambiar de la noche a la mañana, pero para ayudar a nuestro Ihsan (excelencia) en el trabajo, necesitamos pedir la Guía de Dios. Tal vez, en algún momento, nuestros ingresos no sean completamente lícitos. Tal vez nuestras finanzas personales no están sincronizadas. Tal vez estemos enfrentando problemas en nuestra vida personal que se están reflejando en nuestro trabajo. O puede ser que simplemente hayamos perdido la pasión por nuestro trabajo, porque no se ajusta a nuestros intereses. Tal vez hemos perdido la buena voluntad que Dios nos ha dado.

Pídele a Dios que te guíe porque este es el primer paso para hacer cualquier cambio positivo en tu vida. Lo bueno de nuestros trabajos y carreras es que podemos hacer los cambios que queremos, solo tenemos que ser brutalmente honestos con nosotros mismos, centrarnos en nuestras metas y en la fuerza de voluntad para llevarlas a cabo.

Y lo mejor de pedirle guía a Dios es que las cosas no pueden salir mal, siempre y cuando busquemos hacer los cambios nosotros mismos. Dios nos dice en el Corán que Él cambiará el estado de las personas, hasta que ellas no cambien lo que hay en su interior… así que recordemos este primer paso.

Busca tu pasión

Para asegurar que tienes ihsan (excelencia) en el trabajo, recuerda que debes seguir tu pasión. La pasión es lo que nos mueve. Construye sobres nuestros intereses, nos hace felices y nos motiva a trabajar más duro y en la dirección correcta, con seriedad y entusiasmo.

Muchas personas que están descontentas con sus trabajos sienten que se arrastran cada mes sin progreso ni logros y solo esperando el pago a fin de mes. Esto se puede traducir, poco a poco, en desmotivación, lentitud y aburrimiento. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) aconsejó hacer lo que nos interesaba, siempre y cuando no nos avergonzara. (Al-Bujari)

Y esto recuerda a los musulmanes la amplia gama de disciplinas en las que podemos aventurarnos, siempre que nos atengamos a lo que Dios ha prescrito como lícito.

Mantener las buenas relaciones

Para cultivar nuestro Ihsan en nuestro trabajo, necesitamos mantener buenas relaciones con todos. Esto no significa necesariamente que tengamos que ser amigos cercanos cualquiera que este en contacto con nosotros, pero debemos ser humildes y respetuosos en todas nuestras interacciones. El Profeta dijo:

Un creyente no será creyente hasta que desee lo mismo para su hermano o hermana.

Al-Bujari

Y de manera similar, el Corán nos recuerda mantener buenas relaciones con los no musulmanes, e incluso en caso de adversidad, responder con amabilidad, por si esto les lleva a convertirse en buenos compañeros. Mantener buenas relaciones es parte integral de la construcción de una nación saludable y próspera, una que abarque todo y honre la diversidad como la voluntad de Dios.

Sé agradecido por los días buenos… y también por los días malos

Para nutrir el Ihsan en nuestro trabajo, siempre debemos estar agradecidos. Es casi imposible sentir gratitud e ingratitud al mismo tiempo. Podemos sentirnos agradecidos por todas las pequeñas cosas que suceden en el trabajo y también por los días malos, porque podemos aprender de ellos. Sentirse agradecido nos recuerda lo pequeños que somos y que Dios nos da regalos todos los días en todas las formas y tamaños. Nos recuerda que Dios es nuestro mayor sustentador y proveedor, incluso cuando las cosas parecen ir mal.

El Corán nos dice que cuando somos agradecidos, Dios nos recompensa con más, y todos sabemos que las recompensas de Dios son subjetivas… podría ser con un mayor incremento, un nuevo ámbito laboral para el desarrollo, una mejor camaradería, relaciones familiares más sanas, más hijos… o incluso la oportunidad de aprender un nuevo pasatiempo. Pero si somos desagradecidos, Dios tiene el derecho de quitarnos las bendiciones que tenemos… y esa es una gran motivación para permanecer agradecidos por todas las cosas, grandes y pequeñas.

Dar en caridad para agradar a Dios

Para incitar el Ihsan (excelencia) en nuestro trabajo, es importante dar siempre en caridad. Aquellos que más dan, tienden a tener mucho más.

Dar en caridad abre las puertas a la gratitud y purifica nuestro dinero, así como cualquier desilusión que podamos tener con nuestro trabajo y nuestra vida.

Dar en caridad también nos recuerda que hay quienes tienen mucho menos y necesitan nuestra ayuda. Qué honor que Dios nos haya elegido para estar entre las personas que los ayudan.

Considere un cambio como algo bueno

Si después de todo esto todavía sientes que falta algo en tu vida en lo que respecta al Ihsan en el trabajo, entonces toma la decisión de cambiar.

Pídele a Dios que te guíe con sus mejores planes y da el paso para cambiar. Estamos diseñados para permanecer en este mundo solo por un corto período de tiempo y, a medida que pasan los días, no nos volvemos más jóvenes… nos hacemos más y más viejos y nos acercamos a nuestro encuentro con Dios; por lo que podríamos encontrarnos con Él con vigor en la adoración (es decir, el trabajo), sabiendo que hicimos todo lo posible para sacar el mayor bien de nosotros mismos mientras deambulamos por Su Tierra. Aún más, nuestras carreras son importantes, pero podemos cambiarlas. No son estructuras rígidas y fijas en nuestras vidas.

Cada momento de trabajo debe constituir una forma de adoración a de Dios, por lo que no es sano movernos solo por las ganancias mundanas y permanecer decepcionados por nuestros logros en el proceso.

Nunca es demasiado tarde para cambiar, así que haz planes, ponlos en marcha, pídele a Dios que te guíe y ve hacia adelante, Si tenemos las intenciones correctas de agradar a Dios, Inshallah nunca nos equivocaremos.

Traducido del inglés del archivo de About Islam: Working with excellence in our 9-5 jobs