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Celebrando el décimo aniversario de mi Shahada

Pensé que podría hacer una fiesta para mí, para celebrar mi décimo aniversario como musulmana.

Mi esposo sabía que se acercaba este momento, pero no lo sabía nadie más.

Pero el verano se volvió muy ocupado, con el Ramadán y una mudanza al campo pendiente, así que todo lo que hice fue hacer un pequeño anuncio en Facebook.

Fue agradable leer los amables comentarios, pero pensé que no era gran cosa y pasó sin pena ni gloria.

Pero mis amigos se sorprendieron al saber que cumplía el décimo aniversario de mis mi shahada. Y, sin que yo lo supiera, no iban a dejarlo pasar desapercibido.

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Un Iftar sorpresa

No lo vi venir cuando me invitaron a un Iftar unas semanas más tarde al que pedieron que no llevara nada. Algunos de mis amigos más cercanos me sorprendieron con uno de mis platos favoritos es Ramadán: chuletas, haleem y biryani.

Pero cuando sacaron el pastel y la tarjeta de felicitación, me emocioné de verdad.

Hasta ese momento creía que nadie más encontraba la ocasión trascendental, y fue conmovedor ver cuánto les importaba. Me ayudaron a honrar la decisión que tomé hace 10 años, y el ascenso casi cuesta arriba desde entonces para convertirme en una mejor musulmana. Después del pastel y las fotos e incluso los regalos, pensé que era el final.

En ese momento me estaba preparando para mudarme a otro estado. Mi esposo y yo programamos el día de la mudanza solo una semana después del Eid. Tuvimos oportunidad de despedirnos durante todas las festividades, aunque me entristeció especialmente dejar atrás a todos mis queridos amigos.

Muchas bendiciones

Desde que abracé el Islam, una de las hermosas bendiciones que he presenciado en mi vida ha sido la floreciente amistad con otras mujeres musulmanas. Según un hadiz del Profeta Muhammad (la paz sea con él):

Una persona sigue el Din (forma de vida) de su amigo, así que mira a quién tomas por amigo.

Abu Dawud y at-Tirmidhi

Y no dudo que la creencia de quienes me rodeaban me ayudó cuando tuve dificultades. Aprender a vivir como musulmana ha sido (y sigue siendo) una travesía difícil.

También lo es criar a un niño como musulmán sin experiencia ni ayuda de la sociedad, y en estos aspectos, sobre todo, he dependido de mis hermanas en el Islam para que me guíen y den apoyo. Fue duro partir, lo que hizo que su regalo para mí fuera aún más especial.

Entonces, ¿qué fue?

Sin yo darme cuenta, mis amigas más cercanas contactaron a tantas musulmanas entre mis conocidos como pudieron encontrar para pedir imágenes para un álbum que estaban haciendo.

Cada una debía seleccionar un Hadiz o un versículo del Corán con una imagen para incluirlo junto con un mensaje personal. Había mensajes no solo de amigos, sino también de mi esposo y sus hermanas.

Cada fue diseñada cuidadosamente con papel y fondos elegantes, un esfuerzo monumental dado el número de páginas. Y aunque hubo tanta gente involucrada, nadie me dijo ni una palabra hasta que recibí el álbum en una celebración de Eid, junto con abrazos de todos en la fiesta. Tardé días en terminar de leerlo ya que cada mensaje tocó mi corazón, y la mayoría me hizo llorar.

Sin duda, fue el regalo más emotivo y significativo que he recibido. Me encanta hojear las páginas y leer los hadices y los versículos que se eligieron. Es un tremendo recordatorio de que, aunque recorrimos diferentes caminos para crecer en el Islam o elegirlo, nuestra religión es la misma. Nuestro amor por Allah y Su Mensajero, nuestro respeto por nuestra creencia es el mismo.

Luchas y apoyos

Leer los mensajes que me escribieron me recuerda que cada uno de nosotros tiene diferentes luchas, en diferentes momentos, y también diferentes fortalezas. Así podemos apoyarnos mutuamente en los buenos tiempos y en los tiempos difíciles. Aprendí mucho de ellos y me sorprendió leer que ellos también aprendieron de mí; que de alguna manera, pude inspirarlos.

Me siento particularmente bendecida de haber hecho estos amigos porque sé que los conversos a menudo tienen dificultades para hacer amigos entre otros musulmanes. Existen barreras nacionales, culturales y lingüísticas que a veces pueden impedir que se formen vínculos profundos. Pero mis amistades con mis hermanas musulmanas son algunos de los hilos más enriquecedores y estabilizadores en el tapiz de mi vida en el Islam.

Mirando hacia atrás en los últimos 10 años, algunas cosas han tenido un impacto tremendo y duradero en mi fe y bienestar general. Arriba de la lista están aprender a leer árabe y fomentar la amistad con otros musulmanes.

Y aunque a menudo se recomienda aprender árabe, creo que la importancia de la amistad podría no enfatizarse lo suficiente. A todos nos afectan nuestros amigos, así que mejor rodearnos de buenos amigos, que de malos.

El ejemplo de un buen compañero y un mal compañero es como el del vendedor de almizcle, y el que sopla el fuelle del herrero.

En cuanto al vendedor de almizcle, te dará un poco, o le comprarás algo, o al menos disfrutarás de un olor agradable con él.

En cuanto al que sopla el fuelle del herrero, o te quemará la ropa o obtendrás un olor desagradable de él.

Al-Bujari y Muslim

Que Allah nos rodee de buenos amigos que nos beneficien y a quienes nosotros también beneficiemos; y que Él nos una con ellos en el Yannah.

Traducido del inglés del archivo de About Islam: Celebrating 10 years of being Muslim