Abrazar el Islam permite a los nuevos musulmanes comenzar una vida desde cero.
Es un nuevo comienzo, una oportunidad de construir una vida centrada en adorar a Dios. Es un momento emocionante lleno de infinitas oportunidades, pero el mejor consejo que puedo darte es que te lo tomes con calma.
En esas primeras horas, días y semanas será muy tentador anunciar a los cuatro vientos tu nueva felicidad.
Antes de hacer esto, intenta pensar en lo que estás haciendo y con quién estás hablando. Es importante reconocer que cada persona a la que le hablas sobre tu sensación de plenitud tendrá una reacción. Y esas reacciones no siempre serán lo que esperas que sean. Puede ser que las personas a las que temes decírselo te abracen y que aquellas a las que creías que te respaldan reaccionen desde el miedo.
Ten en cuenta que cada persona está en su propio viaje y que no todos son tan afortunados como tú. Ser guiado al Islam es un regalo, una generosidad, y algunas personas aún no han reconocido las bondades de Dios.
Parece bastante desconcertante que en algunos lugares del mundo hacerse musulmán no sea motivo de celebración; sin embargo, ese es el estado del mundo actual. De hecho, no es tan diferente del mundo percibido en la época del Profeta Muhammad y sus compañeros.
Encontrarás consuelo en las historias de los compañeros. Muchos de ellos temieron contárselo a sus familias, perdieron sus trabajos, hogares e hijos. Otros fueron bendecidos de inmediato y sus familias los siguieron rápidamente a sus nuevas vidas. Esta es la naturaleza humana, las personas son diferentes. La forma en que percibimos y entendemos las cosas es diferente para cada uno de nosotros.
No te apresures
No hay necesidad de apresurarse en cosas como cambiar tu nombre o tomar clases intensivas de árabe. Si en algún momento del camino sientes la necesidad de cambiar tu nombre, entonces, hazlo.
El Profeta Muhammad solo cambió los nombres de sus compañeros si sus nombres tenían algún tipo de significado contrario al Islam o tenían un significado ambiguo o malo. Tener un nombre que suene árabe no es algo obligatorio. Tómate un tiempo para pensar en tu nombre, ¿tiene un buen significado? ¿te identificas con él? Porque al Profeta Muhammad le gustaba que el nombre de una persona evocara buenas cualidades [1].
Deberás aprender un poco de árabe porque las cinco oraciones diarias deben decirse en árabe. Sin embargo, como todo viaje, debes tomarlo con calma. No esperes demasiado de ti mismo. Un paso a la vez es todo lo que se requiere y estos pueden ser pequeños pasos si eso es lo que necesitas para tener un viaje seguro y feliz hacia tu nuevo camino.
Dedícate tiempo para establecer esta nueva relación entre Dios y tú. Lee el Corán en tu idioma, el siguiente paso sería leer la traducción mientras escuchas o miras la recitación del Corán en árabe. Muchas traducciones tienen las palabras árabes más comunes en el texto, y así tú también te irás familiarizando con el vocabulario usado entre la gente de Allah.
Si profundizas demasiado, y demasiado rápido, el Islam puede parecer una religión de normas y reglamentos. Pero, esto está lejos de la verdad.
Si te concentras en desarrollar una relación con Dios y el Corán, las reglas y regulaciones parecerán la forma natural de actuar. Verás que las reglas son en realidad la guía de Aquel que mejor conoce a la humanidad, del mismo y único Creador.
No intentes correr si aún no puedes andar
Si te encuentras en la necesidad a hacer más preguntas, buscar más respuestas o explorar temas más complejos sobre la ley islámica, es posible que te sientas perplejo y confundido. No tiene sentido hacer preguntas complejas cuando aún no has entendido los conceptos más básicos. No tiene sentido tratar de correr antes de poder caminar.
Es importante seguir tu propio ritmo a la hora de implementar los cambios inevitables que ocurrirán en tu forma de pensar y en tu estilo de vida.
¿Dónde, sin embargo, comienza este proceso?
En este mundo dominado por la tecnología muchas personas abrazarán el Islam sin haber conocido nunca a un musulmán. Para ellos, un buen comienzo sería buscar un centro islámico o una mezquita local. Visitar una mezquita por primera vez puede ser una experiencia muy desalentadora, por lo tanto, puedes llamar por teléfono o enviar un correo electrónico y preguntar si hay un grupo de nuevos musulmanes con el que puedas contactar y sentirte más cómodo.
Puede que hay quien conozca a un vecino musulmán o un compañero de trabajo. Muchas veces con decir unas palabras en voz baja anhelando la buena compañía te abrirán un camino hacia la comunidad musulmana más cercana. La mayoría de las personas son discretas y no van por la calle gritando su nuevo estatus para que todos lo escuchen.
Aunque, quizás, quieras asentarte en tu nueva creencia en silencio y en privado, algo que es perfectamente normal y correcto. Paso a paso, establece tu propio horario, pero sé flexible, debes ajustarlo a tu ritmo para que refleje tus necesidades.
El Profeta Muhammad enfatizó el hecho de que una persona debe rodearse de buenos compañeros [2]. Dijo que el creyente es para el creyente como un ladrillo para un edificio sólido, uno sostiene al otro. Por lo tanto, los musulmanes suelen estar muy interesados en ayudar a los nuevos musulmanes a adaptarse a sus nuevas vidas.
Una advertencia importante
Una advertencia: en algunas circunstancias es posible que te sientas bombardeado por personas que te dicen que debes o no debes hacer. Quizás muchas de estas advertencias sean ciertas, pero recuerda que aprenderás más del musulmán que te invita a su casa y te enseña con el ejemplo que de aquel que te exige que leas esto o uses aquello.
En conclusión, una nota de precaución sobre las pruebas y tribulaciones que a veces se asocian con abrazar el Islam. A veces, las pruebas de Dios pueden parecer difíciles y repentinas. Personalmente, creo que muchas pruebas podrían evitarse si nos lo tomáramos con más calma.
Piensa antes de lanzarte a nuevas situaciones y vuelve a pensar, por lo menos dos veces más, antes de revelar cambios personales que tal vez desees guardar para tu propia reflexión y aprendizaje interior, o solo contárselo a un círculo de conocidos cercano durante el tiempo que necesites para procesar todos los cambios que estás experimentando.
Por otro lado, vale la pena recordar que el Shaytan hará todo lo posible para dañar a una persona que está aprendiendo acerca de la misericordia y el perdón de Dios. Quiere que te sientas asustado, ansioso o deprimido. Quiere cubrir tu buena fortuna con miedos y mentiras.
Corán, Sura Al ‘Araf, 7:16-17
Dijo `[Shaytan]: Puesto que me has extraviado, yo les haré difícil Tu camino recto. Después los abordaré por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda y a la mayor parte de ellos no los encontrarás agradecidos.
Para combatir esto, respira profundamente, abre el Corán y comienza a leer. En cualquier lugar es una fuente de consuelo e inspiración.
Y así podrás dar el siguiente paso hacia tu nueva vida.
Traducido del inglés de los archivos de Discovering Islam: New Converts: Take it Slowly
Notas al pie de página
[1] Las tradiciones y los consejos del Profeta Muhammad se pueden encontrar en los libros de hadices. Un hadiz es una pieza de información de una historia. En el Islam es un registro narrativo de los dichos y acciones del Profeta Muhammad y sus compañeros. Sus puntos de vista sobre los nombres fueron tomados de los libros de hadices recopilados por los eruditos de hadices Imam Al Bukhari e Imam Muslim.
[2] El Profeta Muhammad dijo: “La relación del creyente con otro creyente es como (los ladrillos de) un edificio, cada uno fortalece al otro”. Ilustró esto entrelazando los dedos de ambas manos.