Como adultos, perdemos gran parte de la sencillez que alguna vez conocimos de niños. El camino para ser mejores musulmanes pasa por recuperar esa sencillez.
El Islam es muy simple; pero como adultos lo hacemos parecer muy complicado. El mensaje del Islam ha existido desde el principio de los tiempos y su mensaje es para todas las personas.
El mensaje del Islam se puede resumir de la siguiente manera: existe un Dios; y este Dios le habla a Su Creación. Todo lo demás está amplificando ese mensaje.
Un mensaje tan simple habla al corazón de todos. Imagínate a los mineros en Chile que estuvieron atrapados bajo tierra durante muchas semanas. Fuesen o no hombres religiosos, todos habrían pedido para ser rescatados.
Acepten o no las personas el hecho de que Dios existe, los problemas y las tragedias a menudo significan que Él es el primero al que deberíamos dirigirnos.
El Islam es fácil
De una forma fácil, el Islam responde a una necesidad de hombres y mujeres. Sin papas ni sacerdotes intercediendo por ellos, el Islam enseña que todos podemos inclinarnos ante nuestro Creador y hablarle directamente. Como musulmanes, nunca debemos olvidar esta simplicidad del Islam.
Es cuando lo olvidamos, al hablar con otros, que podemos hacer que suene como cualquier otra religión organizada. Y los hombres y mujeres modernos no sienten mucha inclinación por la religión organizada. Sin embargo, llega un momento en que necesitamos profundizar nuestra creencia. Quienes son nuevos en el Islam quieren crecer en su creencia. Quieren ser mejores musulmanes todo el tiempo.
Es relativamente fácil declarar las palabras de la “Shahadah” (testimonio de creencia: que no hay más Dios que Allah, y que Muhammad es Su Mensajero), pero se necesita el resto de la vida para estar a su altura.
Si no progresamos desde el primer día en que aceptamos el Islam, entonces no habremos avanzado mucho para hacernos mejores musulmanes, ¿verdad? Esta profundización viene tanto en términos de conocimiento como en la forma en que nos comportamos.
Piensa en quien estudia francés. Si el conocimiento del francés se mantuviera al mismo nivel que cuando teníamos siete años, entonces tendríamos un conocimiento infantil del francés.
Es lo mismo con el Islam. Si nuestro conocimiento del Islam permanece igual que el primer día que lo aprendimos, entonces nuestro conocimiento no ha profundizado en absoluto. Si, como adultos, nos relacionamos con los demás de la misma manera que un niño de siete años, nuestra comprensión del comportamiento y las relaciones no ha crecido.
Un proceso continuo para ser mejores musulmanes
Para convertirnos en mejores musulmanes necesitamos progresar. Esto se aplica tanto a los que aceptaron el Islam cuando tenían setenta años como a los que nacieron musulmanes.
Los nuevos musulmanes a menudo pueden sentirse abrumados con todos los detalles que tienen que aprender sobre el Islam. El peligro es que todos estos detalles pueden convertirse en cosas que se saben, en lugar de formas de ayudarnos a ser mejores.
No siempre es útil usar palabras árabes para explicar cosas a aquellos que han abrazado recientemente el Islam, pero hay una palabra árabe que es muy importante aquí, que debemos entender. Esta palabra es “Ihsan”.
Desde el principio de los tiempos Él planeó que seríamos musulmanes, la persona que Él quería que fuéramos. Y cuando estemos en la tumba finalmente nos habremos convertido en esa persona. Entonces, ¿cómo crecemos como musulmanes? ¿Cómo nos hacemos mejores? ¿Cómo podemos ser como el Profeta Muhammad (la paz sea con él)?
Adquirir hechos es muy útil, ¡pero no nos llevará al cielo! Una vez recibí un correo electrónico de un musulmán en el Reino Unido que decía: “¡Soy musulmán de nacimiento y quiero convertirme en uno!”. En otras palabras, este hombre reconoció que es el logro de toda una vida convertirse en el tipo de musulmán que Alá quiere que seamos.
El nivel del Ihsan
Sin embargo, traducir ‘Ihsan’ es muy difícil. Es suficiente decir que cuando hemos alcanzado el nivel de “Ihsan” como musulmanes, hemos alcanzado el nivel al que Allah quiere que estemos. Cuando entendamos qué es “Ihsan”, habremos entendido lo que es ser musulmán. La palabra “Ihsan” proviene de una raíz árabe que significa varias cosas.
La raíz de este palabra puede significar: hacer lo correcto; mejorar; estar en una condición deseable o en un estado adecuado; decorar o embellecer; tratar con amabilidad. La palabra también significa perfección/excelencia al hacer cualquier cosa. En árabe, quien practica el “Ihsan” se llama “Muhsin”. El plural de “Muhsin” es “Muhsineen”. Sabemos que Allah ama a los “Muhsineen”, porque nos lo dice en el Corán:
¡Pero no! Sino que aquel que somete su rostro ante Allah y actúe rectamente (es Muhsin), no tendrá que temer ni se entristecerá.
2:112
Qué notable progreso habremos hecho en la vida si ya no tememos ni nos afligimos. ¿No es eso algo que todo el mundo está buscando?
Nuestro propósito es mostrar podemos mejorar. Incluso podríamos optar por abandonar la palabra “Ihsan” por completo, prefiriendo en su lugar hablar de “buenos musulmanes” o “verdaderos musulmanes”. A veces, aquellos que han abrazado el Islam llegan al punto en que creen que todo está hecho y que han logrado todo lo necesario para ser verdaderos musulmanes.
Ser musulmán significa más que saber la forma correcta de realizar la ablución o las posturas correctas para usar en las oraciones. Los nuevos musulmanes deben ser conscientes del progreso que pueden seguir haciendo en su viaje espiritual dentro del Islam.
Esto es muy emocionante saber que pueden continuar experimentando lo que sintieron por primera vez cuando declararon “Shahadah”. Este es un camino que lleva tiempo y, por lo tanto, necesita paciencia, conocimiento y práctica a medida que la creencia crece de una etapa a la siguiente. Es posible, para todos nosotros, ser mejores musulmanes cada día.
“Ihsan” incluye la sinceridad durante las oraciones y estar agradecido con nuestros padres, familia y con Allah.
Traducido del inglés de los archivos de About Islam: Becoming Better Muslims: The Path of Ihsan