¿Cuántos de nosotros no hemos sufrido altibajos en nuestra creencia? ¿Cuántas veces no hemos sentido nuestro imán por los suelos y las esperanzas completamente perdidas? ¿Cuantas veces hemos sido conscientes de que nos hemos desviado en el camino y hemos sentido la debilidad en nuestra creencia?
Cuando sentimos una debilidad en nuestra creencia, nuestro Iman, la fe, lo primero que tenemos que hacer es preguntarnos por qué, a qué se debe. Intentar buscar la raíz. Tal vez, simplemente necesitemos aprender más sobre el Islam para con ese conocimiento reforzar nuestra creencia. O tal vez por ejemplo debamos poner en práctica e interiorizar más el concepto de tawakkul, el tener plena confianza en los planes de Allah.
Pero hay algo muy claro y es que el tener altibajos en nuestra fe es algo completamente normal. Nuestra creencia no es algo lineal ni estable, sino que puede haber momentos en que sintamos debilidad en nuestra creencia.
Esto forma parte del ser humano y de la propia naturaleza, no hay nada que sea fijo. La propia naturaleza está siempre en constante cambio.
Cuando notamos que nuestro imán está un poquito más bajo el primer paso es no alarmarnos sino buscar las soluciones. Por eso quiero compartir cuatro consejos que nos puede ayudar a superar esto momentos.
Aprender sobre el Islam
El primer consejo es que leáis más sobre el Islam. Que busquéis la manera de conocer mejor al Profeta Muhammad, que la paz sea con él, y todo lo que es el contexto de la revelación. Cómo empezó todo y cuáles fueron las dificultades y pruebas que los Sahaba tuvieron que pasar en aquellos tiempos.
Creo que conocer estas historias de perseverancia, de valentía, de coraje, de lucha interior frente a la presión social, las críticas y todos los ataques, incluso físicos que recibían, creo que todo eso nos ayuda a poner en perspectiva nuestra propia situación y también a ver estos estos casos como modelos a seguir.
De verdad que a mí personalmente historias como la de Bilal, que Allah esté complacido con él, o la de Sumaya, la primera mujer que murió mártir en el Islam, me han hecho empoderarme y ver hasta cierto punto pues cuán diferente era su situación a la mía. Por tanto, a día de hoy, no no hay motivo realmente de queja ni por el que debo estar dudando de mi fe, teniendo en cuenta todas esas dificultades que ellos pasaron.
Creo que leer más sobre el Islam conocer más de cerca ese maravilloso carácter que tenía nuestro profeta Muhammad, que la paz sea con él, es algo que nos ayuda muchísimo a reforzar nuestra creencia en momentos de debilidad, a tomar ese modelo ejemplar y poder seguirlo en la práctica.
Establecer una relación diaria con el Corán
El segundo de los consejos para superar los momentos de debilidad en nuestra creencia es establecer una relación diaria con el Corán. Esto es algo fundamental.
Creo que muchas veces la gente no es consciente de hasta qué punto el Corán puede cambiar tu vida. Pero realmente en la palabra de Allah encontramos respuesta y solución a todos nuestros problemas a través de frases que Allah tiene ahí, a modo de mensaje, y también a través de las enseñanzas que obtenemos de conocer la historia de los profetas, que la paz esté con todos ellos.
Pensad que cuando el Corán habla de Moisés o de Abraham o de cualquier otro profeta, no es simplemente para que conozcamos la historia sino para que reflexionemos sobre ella, para que obtengamos aprendizajes que son atemporales, que se aplican a nuestra vida hoy en día, que se pueden extrapolar.
Vemos por ejemplo como Abraham, que la paz esté con él, tuvo que enfrentarse a su padre, que de hecho fabricaba a los ídolos, y él era monoteísta, y tuvo que decirle a su padre que lo que estaba haciendo no era apropiado.
Esto, hoy en día, si lo extrapolamos, se asemeja a las situaciones que vemos de miedo porque no sabemos cómo decirle a la familia que queremos ser musulmanes.
O incluso cómo hacer frente a las críticas. Pensad que, por ejemplo, a Abraham le intentaron matar en la hoguera. Como digo hay muchísimas enseñanzas que podemos extraer. Todas estas historias las ha puesto Allah a nuestro alcance a través de Su palabra milagrosa, en el sagrado Corán.
Tener o comenzar una relación con el Corán es algo clave. No hace falta leerse un capítulo por día podemos empezar leyendo simplemente una Ayat. Aunque nos parezca poquita cosa ya es un buen comienzo y creedme cuando os digo, porque lo he experimentado en mí misma, que poco a poco iremos notando los cambios en vuestra vida.
Rodéate de personas que sean fuentes de conocimiento
El tercer consejo para preparare y superar los momento de debilidad en la creencia es que te rodees de de personas que sean fuentes de conocimiento. Personas que realmente puedan aconsejarte, con las que no te sientas juzgado. Con las que puedas resolver tus dudas y preguntar sin miedo.
A veces tenemos la posibilidad de ir a un Shaij o algún erudito a preguntar sobre el Islam pero nos da vergüenza o nos da miedo, incluso a veces la pregunta nos puede parecer a nosotros inapropiada, y por miedo a ser juzgados nos la callamos.
Esto es un error. En el islam no tenemos que callar nuestras dudas. Es lícito, no pasa nada, podemos tener dudas. Es algo normal. Creo que la clave es no quedarte con esa duda dentro, guardada en tu corazón, sino buscar la respuesta.
Así que busca aquella persona con la que sientas esa confianza, sientas esa empatía y sientas que realmente puede ayudarte. Que no te dé miedo a abrirte de corazón, que no te dé miedo ser juzgado. In-Sha-Allah, esa persona podrá ayudarte y si no podrá derivarte a otra persona u otra fuente de conocimiento, algún libro o una charla con lo que puedas resolver tus dudas.
Pero de verdad que es algo muy importante el rodearse de personas de conocimiento que nos puedan ayudar y, por supuesto, que tengan al final un impacto positivo en nuestras vidas y en el fortalecimiento de nuestra creencia.
4. El Salat, la mejor forma de superar la debilidad en la creencia
El cuarto consejo, y no menos importante es hacer el Salat, la oración. Pide la guía a Allah. Cuando tengas esos momentos en que tu cereencia está baja no dejes la oración. Eso es lo más peligroso que puedes hacer.
Aunque no sientas esa misma conexión cuando haces el Salat, que no tengas esa concentración, aunque veas como que el vínculo se ha perdido, sigue perseverando. Persevera en tu oración de forma constante que Allah te devolverá ese sentimiento y esa fe multiplicado por mucho más.
Es muy importante el tema de la oración. Es realmente el vínculo directo que tenemos con Allah. Y no sé por qué muchas veces nos da también como apuro o vergüenza el pedirle a Allah la guía. Acaso cuando estamos rezando en la Surah al-Fatihah no decimos “Ihdinaa Sirat al-Mustaqim” -guianos por el camino recto-. Pues porque no, al acabar esta Salat de hacer un Dua, una súplica sincera de corazón, delante de Allah pidiéndole esa conexión. Hablar con Él abiertamente, y por supuesto, desde el máximo respeto. Porque estamos hablando Allah.
Pero abrir ese corazón. Yo lo he hecho y he pedido Allah: “Por favor quiero recuperar esa conexión, quiero reforzar mi fe. Facilítame el conocimiento, facilítame el camino. Ayúdame a volver a motivarme”.
Allah siempre, siempre está ahí para nosotros dispuesto a escuchar, dispuesto a atender nuestras peticiones. No debemos perder esa oportunidad en el momento del Salat de pedirle. Más aún en estos momentos en que tengamos la creencia un poco más baja.
Tener altibajos en la creencia es algo muy normal. No nos tiene que llevar ni a la desesperación ni al abandono de nuestra práctica espiritual. Debemos seguir esforzándonos en estos actos de adoración con Allah de forma constante. Aunque no tengamos esa misma conexión o ese mismo vínculo. Si lo hacemos, lo recuperaremos.
In Sha Allah, como todo, son etapas, son ciclos, pero lo importante es mantenerse firme y constante en nuestra práctica de adoración.