El Ramadán es un momento en el que todos nos unimos en solidaridad. Está lleno de invitaciones y reuniones comunitarias. Estos son momentos que no deben practicarse solo en este mes. El objetivo de centrarse en la solidaridad en el mes de Ramadán es ayudar a normalizar y desarrollar el hábito de continuar durante todo el año.
Beneficios de la solidaridad
En primer lugar, es importante tener en cuenta que es quien da el que recibirá el beneficio principal dar. No es la persona que recibe ayuda. Los efectos positivos de la solidaridad y el estar allí para su hermano.
“Dar de comer al pobre y cuidar nuestros lazos familiares y rezad de noches quieres entrar el paraiso en paz”
Profeta Muhammad (la paz sea con el)
El profeta simplemente está tratando de decir que el primer paso para encontrar la paz, en la búsqueda de la seguridad eterna, es asegurarse de que los que están a nuestro alrededor sean atendidos.
En otro hadiz dice:
Aquella persona que no tiene nada de solidaridad, la persona tacaña, la persona que no está interesada en los demás, que no presta atención a las necesidades que hay en su entorno no puede ser de sus seguidores, No es creyente aquel que duerme con la barriga llena y su vecino pasando hambre.
Puedes ser un musulmán que pasa todo su tiempo en la mezquita, que memoriza el Corán, que cumple con todos los requisitos para ser musulmán, pero si esta persona no tiene un corazón sensible con los demás, no puede ser un creyente.
Actos de solidaridad
Dar comida a tus vecinos, a los pobres, a los necesitados es también una medicina para el alma. Es una forma de curar la enfermedad que uno puede sentir que manche en su alma. La luz y la medicina que trae cambios a esos sentimientos.
Hay muchas maneras de dar a los demás. Puedes ayudarlos a cruzar la calle o puedes darles un vaso de agua. Puede compartir lo que tiene con alguien o estar allí para escuchar cuando necesite apoyo.
La persona más amada por Dios es la persona más útil para los demás. No solo es importante cuidar a los demás a través de actos físicos, puesto que simplemente sonreír y saludar a los que conoces y no conoces es un acto de solidaridad.