Fue a los veinte años cuando Katja decidió hacerse musulmana. Abrazó el Islam porque vio que el Islam nos enseña a ser amables y tolerantes con todos los seres humanos. Sin embargo, para su familia fue realmente difícil aceptar su decisión.
Bondad y Tolerancia
Cuando tenía poco más de veinte años, buscaba el camino a seguir en mi vida. Soy rusa, pero me fui a Alemania cuando era un niña pequeña.
Mi abuela es muy religiosa. Estudié la Biblia. Y aprendí sobre el budismo. También aprendí sobre el Islam. Y me sorprendió lo que el Islam enseña sobre la bondad y la tolerancia: amabilidad con nuestros vecinos, bondad con el huérfano. Y lo que fue realmente sorprendente: la bondad con el no creyente e incluso con el enemigo.
En 2013 que hice mi shahada. Y entonces mi vida dio un vuelco completo.
Miedo y prejuicio
Después de hacer mi shahadah, comencé a cambiar mi estilo de vestir. Empecé a cubrirme la cabeza y solía llevar vestidos largos.
Mi familia no estaba nada contenta con mi elección. Tenían miedo y muchos prejuicios. Sin embargo, rápidamente noté que todo lo que necesitaban era información y explicaciones. Dediqué bastante tiempo a sentarme con mi familia y explicarles mi elección. Siempre traté de ser cercana y abierta y, Alhamdulillah, con el tiempo mi familia aceptó mi decisión.
Las diferencias me confundieron
Al principio, cuando me convertí al Islam, a menudo me preocupaba no hacer las cosas correctamente. Estaba confundida acerca de las diferencias en los movimientos de oración.
Cuando iba a hacer la oración en la mezquita, la gente rezaba de formas ligeramente diferentes. Todo el mundo afirmaba que su forma era la correcta. También había diferentes formas de recitar el Corán. Y también diferentes prácticas culturales.
La diversidad es una bendición
Después de algunos años, finalmente conocí a una de mis maestras. Hasta hoy, la veo como una bendición. Me explicó que las ligeras diferencias en la comprensión y práctica de las enseñanzas islámicas son normales.
De hecho, son una bendición. Nosotros simplemente elegimos un camino que seguir. Ese fue el momento en que comencé a estudiar seriamente el Islam. Aprendí a leer el Corán de una forma concreta. Aprendí la oración de una forma particular. Básicamente sigo haciéndome musulmana porque todos los días aprendo algo nuevo.
El espíritu de aprendizaje
El espíritu de aprendizaje también es algo que realmente aprecio del Islam. No es dogmático. Puedo hacer preguntas. Es una religión que quiere que entendamos. Por ejemplo, la Unidad de Dios, Tawhid. Este tema es increíble. Realmente activa nuestra lógica. Podemos conectar todo en nuestra vida diaria a Su Unidad. Es un proceso abierto de conocer a nuestro Creador.
Creciendo en confianza
Una de las ventajas de buscar el conocimiento continuamente es que nuestra confianza crece. De alguna manera al principio, después de mi conversión, a menudo me sentía como una niña pequeña. Era nuevo yo no sabia nada, y todos querían enseñarme algo.
De alguna manera esto también tuvo un impacto en mi confianza y autoestima. Con cada nuevo conocimiento y cada nueva comprensión vuelve mi confianza en mí misma. No se trata de sentirme mejor que otras personas, sino de sentirme fuerte en mí misma. Y esta es una de las bellezas del Islam.
No hay diferencia entre los géneros
Todo el mundo tiene el potencial de llegar a ser sabio. Cada hombre y cada mujer puede convertirse en un erudito religioso. Y cada hombre y cada mujer tiene el potencial de convertirse en un amigo cercano e íntimo de Allah. Alabado sea Él.
Desde la perspectiva espiritual, todos los humanos son iguales. Y esta es una de las enseñanzas más poderosas del Islam. Lo que nos diferencia es nuestra obediencia y amor por Él.
Traducido del inglés del archivo de About Islam: Islam’s Teachings About Kindness and Tolerance Brought Me to Islam