Ser joven no es fácil; per ser musulmán y joven es aún más difícil, especialmente en Occidente. Los jóvenes musulmanes tienen que enfrentarse a desafíos y tentaciones que muchos otros jóvenes no tienen que afrontar.
Como cualquier joven que lea esto sabrá que se requiere mucha fe y fuerza personal para superar estos desafíos y tentaciones de una manera sincera.
Retos Culturales
Muchos adolescentes y jóvenes en Occidente descubren que no solo existe una brecha generacional entre ellos y sus padres, sino también una brecha cultural. Esto duplica las dificultades de alguna manera; ahora, no solo hay desafíos fuera del hogar, sino que también hay desafíos dentro del mismo.
Actualmente, la juventud y sus padres son propensos a tener problemas para entenderse; sobre todo a la hora de alcanzar un punto de vista intermedio, en el cual ambos sean capaces de entender la realidad de la juventud en el pasado, vivida por los padres, y la realidad paralela de la juventud que vive en el presente. Además, es posible que estos jóvenes musulmanes no obtengan el tipo de apoyo que necesitan de sus padres, esto sucede porque sus padres no entiendan sus conflictos internos, opuestas y diferentes a las vivencias de otras generaciones pasadas.
También existen y forman parte de la ecuación las expectativas culturales como un reto dentro de la comunidad en general. Asimismo, es importante diferenciar el concepto de cultura al Islam como religión. Muchos de los jóvenes musulmanes crecen con cierta comprensión y afinidad hacia el Islam basada en lo que les enseñaron, pero a medida que crecen aprenden a discernir aquello que les enseñaron muchas veces era simplemente cultura y no religión.
Esto puede ser frustrante y confuso de entender. Estos jóvenes a menudo tienen que reevaluar gran parte de lo que se les enseñó mientras crecían, a veces con poca orientación sobre lo que es correcto y lo que no lo es.
Tentaciones y jóvenes musulmanes
Hay algunos problemas que son atemporales y transgeneracionales. Aunque a los adolescentes les cueste imaginarlo, muchos de sus padres o abuelos también se enfrentaron las tentaciones de las drogas, el alcohol, el placer sexual, el robo, etc. Estas cosas han sido haram (prohibidas) desde el principio del Islam, porque han estado ocurriendo constantemente a lo largo de la historia de la humanidad.
Ahora, sin embargo, hay nuevas tentaciones además de todas las antiguas. Esto se debe especialmente a Internet, con el que ninguna generación creció antes de los millennials. Esto abre la puerta a la pornografía, las apuestas en línea, las relaciones fugaces y sin compromiso, o la fanfarronería a través de las redes sociales, y muchas más actividades incorrectas.
Identidad
Además de los desafíos y tentaciones culturales, los jóvenes musulmanes de Occidente también tiene que lidiar con problemas de identidad. Ser abiertamente musulmán puede conducir a la presión social o el acoso, o simplemente tener problemas para adaptarse, lo cual es un deseo normal a una edad temprana.
No identificarse como jóvenes musulmanes puede conducir a una crisis de identidad dentro de uno mismo y posiblemente distanciarse del Islam debido a que no se tienen muchos amigos musulmanes. Es una situación realmente complicada que no tiene una solución fácil.
Aferrarse a la propia identidad musulmana y estar orgulloso de ella requiere mucha valentía y fuerza; por lo que puede ser difícil reunir todas esas cualidad durante los años más vulnerables, a nivel psicológico debido al constante cambio hormonal, que sucede durante la adolescencia.
Para agregar otra capa de dificultad, existe la presión de la comunidad musulmana de que cada musulmán en Occidente debe actuar como un perfecto embajador del Islam. Con todos los estereotipos negativos y los prejuicios hacia los musulmanes, todos quieren asegurarse de que nuestra comunidad esté representada de manera positiva.
Sin embargo, esta es una responsabilidad muy pesada para que un adolescente o adulto joven cargue en su mochila; después de todo, ya están luchando para combatir las tentaciones y nadie es perfecto. Añadir a esto la presión de saber que cada error que comete una persona puede hacer que “todos los musulmanes” se vean mal puede ser demasiado. Esto es desalentador para algunas personas e incluso puede llegar a ser incompatible con el pensamiento que conciben sobre el Islam.
Mantener la fe
A pesar de que esta lista de desafíos puede parecer abrumadora para superar, ¡hay esperanza! Los jóvenes son recompensados inmensamente por ser firmes, hasta el punto de que son uno de los pocos grupos que estarán bajo la sombra de Allah el Día del Juicio si logran hacerlo.
Esto demuestra que aunque es difícil, sin duda, es definitivamente posible ser firme a lo largo de la juventud. Así que mantente fuerte, busca compañía justa y de ideas afines, y mantén tus ojos en el premio: Jannah (paraíso), insha’Allah.