María, la madre de Jesús, fue una mujer extraordinaria. Una mujer elegida por Allah y que hoy día sigue siendo un referente para todos los musulmanes, hombre y mujeres, y para muchos no musulmanes.
La familia de Imran
El padre de María fue el Profeta Imran y su mujer y la madre de Maria, Hannah bint Fuqad. Él y su mujer no podían tener hijos y realmente lo deseaban. Cuando finalmente la madre de María se quedó embarazada, hizo un Dua, un súplica a Dios. Esta súplica la encontramos en el Corán:
Cuando dijo la mujer de Imrán: ¡Señor mío! Hago la promesa de ofrecerte lo que hay en mi vientre, para que se dedique exclusivamente a Tu servicio, libre de las obligaciones del mundo. Acéptalo de mi; verdaderamente Tú eres Quien oye y Quien sabe.
Y una vez hubo parido dijo: ¡Señor mío! He dado a luz una hembra y bien sabía Allah lo que había parido; y no es el varón como la hembra. La he llamado Maryam: A ella y a su descendencia los refugio en Ti del Shaytán lapidado.
Corán, 3:35-36
Ya antes de nacer, María había sido elegida por Dios para adorarle servirle de la forma más pura. Es importante notar que cuando se refiere a que una mujer no es como un varón, está hablando de servir en el tempo de la misma forma que un hombre. Lo que se está reflejadlo es una creencia que había en aquel tiempo por la cual las mujeres no podías servir en el templo, no una creencia machista que el Corán apoye.
Zakariyya, el tutor de María, la madre de Jesús
Zakariyya, al igual que Imran, era un profeta y fue encargado de la educación y cuidado de María en el templo. Como nos dice el Corán:
Su Señor la aceptó con buena acogida, hizo que se criara bien y la confió a Zakariyya. Cada vez que Zakariyya la visitaba en su lugar de oración, encontraba junto a ella provisión.
Corán, 3:37
Decía: ¡Maryam! ¿Cómo es que tienes esto? Decía ella: Esto procede de Allah, es cierto que Allah provee a quien quiere sin limitación.
Esto años de servicio y adoración a Allah hicieron de María una mujer entregada a Dios, devota y purificada.
La llegada de la Revelación
Después de los años de adoración y servicio devoto a Dios, María, la madre de Jesús, estaba preparada para la revelación. Esto lo encontramos relatado en el Corán:
Y recuerda en el Libro a Maryam cuando se apartó de su familia retirándose en algún lugar hacia oriente.
Entonces se ocultó de ellos con un velo y le enviamos a Nuestro espíritu [Yibril] que tomó la apariencia de un ser humano completo.
Dijo: Me refugio de ti en el Misericordioso, si tienes temor (de Él).
Dijo: Yo sólo soy el mensajero de tu Señor para concederte un niño puro.
Dijo: ¿Cómo habría de tener un niño si ningún mortal me ha tocado y no soy una fornicadora?
Dijo: Así lo ha dicho tu Señor: Eso es simple para Mí, para hacerlo un signo para los hombres y una misericordia de Nuestra parte. Es un asunto decretado.
Corán, 19:16-21
El embarazo de María
Este episodio de la vida de María es muy conocido, puesto que esta relatado por diferentes tradiciones.
En él, el arcangel Gabriel, o Yibril, se le presenta a María y le dice que va a concebir un hijo que no tendrá padre puesto que será un milagro de Dios, un signo y una misericordia.
Se enfatiza que la misma María se extraña de que esto sea posible, puesto que como ella dice ningún hombre la ha tocado. Lo cual ratifica que Maria era virgen y que la concepción de Jesús fue un milagro. Que Allah hace lo que quiere puesto que tiene poder sobre todas las cosas.
El Corán continua contando la historia de Maria, la madre de Jesús, y su embarazo. Dice:
Así pues lo concibió y se retiró a un lugar apartado.
Y le sobrevino el parto junto al tronco de la palmera. Dijo: ¡Ojalá y hubiera muerto antes de esto desapareciendo en el olvido!
Corán, 19:22-23
María tiene que pasar el tiempo del embarazo y el parto apartada de su gente, puesto que su gente no podría entender que se hubiese quedado embarazada sin que ningún hombre la hubiese tocado y pensarían que habían cometido una falta grave.
Pero María no estaba sola, nos dice el Corán que Dios cuidó de ella en todo momento.
Y la llamó desde abajo: No te entristezcas, tu Señor ha puesto un arroyo a tus pies.
Sacude hacia ti el tronco de la palmera y caerán dátiles maduros y frescos.Come y bebe, y refresca tus ojos. Y si ves a algún humano dile: He hecho promesa de ayuno al Misericordioso y hoy no puedo hablar con nadie.
Corán, 19:24:26
La presentación de Jesús a su gente
Una vez que hubo nacido Jesús, Maria volvió a su gente con él. El Corán narra esto de la siguiente manera:
Y llegó a su gente llevándolo en sus brazos, dijeron: ¡Maryam! Has traído algo muy grave.
¡Hermana de Harún! Tu padre no ha sido un hombre de mal ni tu madre una fornicadora.
Entonces hizo un gesto señalándolo, dijeron: ¿Cómo vamos a hablar con un niño de pecho?
Dijo: Yo soy el siervo de Allah. Él me ha dado el Libro y me ha hecho profeta.
Y me ha hecho bendito dondequiera que esté y me ha encomendado la Oración y la purificación mientras viva.
Y ser bondadoso con mi madre; no me ha hecho ni insolente ni rebelde.
La paz sea sobre mí el día en que nací, el día de mi muerte y el día en que sea devuelto a la vida.
Corán, 19:27.33
María, madre de Jesús, es acusada de haber cometido un acto abominable, de haber fornicado, puesto que su gente no puede entender de otra manera lo sucedido. Pero Allah le apoya y fortifica haciendo un milagro: que hable Jesús aun siendo un bebe y que defiende su inocencia. El milagro de hablar desde la cuna fue para defender a su madre y mostrar un signo de su profecía.
La historia de María, la madre de Jesús, tiene tal importancia en el islam que esta narrada en dos capítulos o Suras del Corán. Uno lleva el nombre de su padre, el Profeta Imran, que la paz sea con él, y el otro lleva su propio nombre: Surah Mariam, que la paz sea con ella y con su hijo Jesús.