Este vídeo, extraído de un documental del canal Historia, explica las razones históricas de por las que tuvo lugar la Hégira, es decir, por qué el profeta emigró a Medina. Esta es solo una de las perspectivas posible para explicar este suceso, puesto que también podemos explorar este tema desde la espiritualidad, el desarrollo o el decreto, entre otras.
Los líderes de los Quraish querían eliminar al Profeta y el Islam
Los líderes tribales de La Meca habían estado en pie de guerra contra el Profeta, que la paz sea con él, y los musulmanes desde el comienzo de la revelación. Temían que el Profeta debilitará su poder en La Meca y también que cambiará las religiones antiguas que adoraban ídolos. Desde el comienzo, amenazaron y torturaron a los musulmanes más débiles hasta el punto de planear el asesinato del Profeta.
Los líderes de los Quraish pidieron al tío del Profeta, Abu Talib, que le privará de la protección de su clan, uno de los principales de La Meca, para poder llevar a cabo su malvado plan sin la amenaza del desquite. Pero Abu Talib se negó.
Esto significaba que si lo hacían, una guerra tribal se podría desencadenar.
El año de la tristeza
La misión del Profeta Muhammad no era fácil. Tenía que llamar a la gente a adorar a un Dios único y abandonar los múltiple ídolos, que significaba que renunciarán a sus ancestros y su forma de vida tribal. Por esta razón era despreciado, perseguido y atacado, así como el resto de los musulmanes.
Los compañeros del Profeta, los Sahaba, quienes habían aceptado el Islam, fueron marginados y expulsados de los mercados sin posibilidad de comerciar. Aquellos que no tenían la protección de un clan fueron perseguidos y torturados.
En el año 619 murió la mujer del Profeta, Jadiya, así como su tío. El Profeta perdió su primer gran amor, a quien recordaría toda su vida, así como su protector. Este año se conoce como el año de la tristeza. Esto también daba lugar a los Quraish a que pudieran llevar a cabo su plan sin esperar represalias. Esta y otras razón contribuyeron a que el Profeta buscará un sito al que emigrar y tuviese lugar la Hégira.
El oasis de Yazrib, el lugar de la hégira
Un grupo personas de Yazrib, lugar que más tarde de conocería como Medina, escuchó el mensaje del Profeta y aceptó el Islam. Además, las tensiones tribales en Yazrib estaban a punto de culminar en guerra tribal y estos hombres, conociendo el carácter del Profeta su buen consejo y dotes de mediador, le invitaron a Medina para que actúase como juez entre ellos.
El Profeta aceptó ir a Yazrib para llamar a la gente al Islam y para establecer allí una sociedad armoniosa y en paz. Abandonar sus hogares y familias fue la prueba definitiva de los musulmanes que demostraba su aceptación completa del Islam.
Escapar de La Meca
Los Quraish, conscientes de que el Profeta podría dejar La Meca y de esta forma escapar de ellos, planearon su asesinato.
El Profeta escuchó esto y planeó escapar por la noche junto con su fiel compañero Abu Bakr as-Siddiq. Alí, su primo y uno de los primeros en aceptar el Islam, se ofreció para tomar su lugar en su cama y así hacer creer a los Quraish que aún estaba ahí.
Los Quraish tramaron un plan por el cual un hombre de cada tribu apuñalaría al Profeta, para que de esta forma la responsabilidad recayera en todos y no se pudieran pedir represalias contra ninguno en particular. Pero el profeta logró escapar y Alí salió indemne.
Tras un larga travesía hasta Yazrib, perseguido por los Quraish, el Profeta y Abu Bakr lograron llegar sanos y salvos. Era el año 622 y más adelante se consideraría el año 1 del calendario islámico, el año 1 de la Hégira.
Medina: una nueva comunidad y una nueva ciudad
El Profeta, que la paz sea con él, fue bienvenido en Medina, lugar en el que pronto consiguió establecer un sociedad armoniosa, en paz y prosperidad.
Lo que unía a la nueva comunidad de Medina, compuesta de los Muhayirin (emigrantes) y los Ansar (la gente de Medina que les ayudó) no eran lazos de sangre y lazos tribales de poder o familia, sino un fuerte lazo de amor por Allah y por su Profeta.
Este viaje del Profeta representa una nueva etapa para el establecimiento del Islam, una de luz, hermandad y apertura, aunque no exenta de dificultades. Este viaje se conoce como la Hégira.
El Profeta, que la paz sea con él, cambió el nombre del oasis de Yazrib a Medina al-Munawwarah: la ciudad iluminada.