El Islam enseña que los humanos son embajadores de Dios en la tierra.
El Corán, que es la Palabra de Dios, enseña que todo en la tierra ha sido creado por Dios para el bien de los humanos.
También nos enseña que hemos sido designados como embajadores de Dios para usar las bendiciones de Dios para nuestro propio beneficio.
La belleza del libre albedrío
Tenemos libertad de voluntad y acción, por supuesto, dentro de ciertos límites. Pero, podemos elegir qué hacer o qué no hacer.
A diferencia de otras criaturas de Dios, podemos observar de cerca el mundo que nos rodea, usar la lógica y la razón, investigar, pensar, calcular, hablar, escribir, soñar, cantar y orar.
Dios nos ordena que hagamos uso de nuestras facultades para llevar una buena vida aquí, Y, de hecho, para crear un mundo mejor.
Cuando tomamos conciencia de que nuestra vida y el mundo en que vivimos son regalos de Dios, nos convertimos en seres responsables.
No debemos menospreciar ninguno de estos dones de Dios.
Una de las cosas por las que somos responsables, por ejemplo, es el desperdicio de los recursos naturales disponibles.
También el conocimiento, las habilidades, la tecnología e incluso el tiempo son recursos inmensamente valiosos que debemos usar con cuidado y sabiduría.
Nos ha enviado profetas
A pesar de que somos seres razonables cometemos errores, olvidamos, resbalamos, fallamos, tomamos decisiones y elecciones equivocadas.
De hecho, tenemos una gran necesidad de orientación en muchas cosas, particularmente en lo que se refiere a las grandes decisiones de nuestra vida.
Y Dios nos ha enviado guía a través de Sus profetas. Así nació la religión.
Es en los Libros de Dios y en las enseñanzas de Sus profetas donde podemos obtener la guía divina.
Nos enseñan que tenemos que reconocer nuestro origen, que hemos sido creados por Dios, único y sin asociados.
Una vez que aceptamos esto debemos llevar una vida en obediencia a Dios. ¿Cómo lo hacemos?
Los profetas enseñaron, con sus palabras y su ejemplo, a muchas personas que han vivido antes que nosotros, cómo llevar una vida así.
Un profeta tras otro vinieron a enseñar la guía de Dios, y finalmente vino un profeta a completar y perfeccionar la guía divina; él fue el Último Profeta, Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él.
La Palabra de Dios revelada a Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, se conoce como el Corán.
Todo el corpus de las enseñanzas del Profeta, que forma un ejemplo y una explicación de la Palabra de Dios, se llama la Sunnah del Profeta.
Las acciones son tan importantes como la creencia
El Islam enseña que todos debemos ordenar nuestras vidas con el Corán y la Sunnah como modelos.
Esto quiere decir que tenemos que creer en Dios, en los Profetas y en el Día del Juicio, por mencionar las más importantes de las creencias.
Y luego debemos vivir una vida de obediencia a Dios como lo ordena en el Sagrado Corán y lo ejemplificó el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, en su Sunnah.
Aquellos que imaginan que pueden prescindir de la guía divina, o ignorar esa guía, son los arrogantes que cometen errores graves y fatales en la vida y desperdician los dones de Dios.
Son responsables ante Dios.
Habrá un Día del Juicio cuando todos nosotros tendremos que pararnos ante Dios y dar cuenta de todas nuestras acciones.
Aquellos que hayan aceptado a Dios y Su guía son los que tendrán éxito en ese Día.
Aquellos que hayan rechazado a Dios y Su guía serán los perdedores.
Así, en el Islam tanto la creencia como las buenas obras tienen la misma importancia; de hecho, son dos caras de la misma moneda.
En otras palabras, la creencia sin buenas obras es letra muerta; y las buenas obras sin creencia no son realmente buenas obras, porque son completamente inútiles.
Traducido del inglés del archivo de About Islam: What’s the Road to Heaven According to Islam?