Ads by Muslim Ad Network

Cómo sonreír como el Profeta Muhammad

El Islam es más que una religión; es toda una forma de vida. Sonreír forma parte de esta forma de vida, extiende la felicidad y nos hace sentir mejor.

Nos enseña cómo comportarnos desde la mañana hasta la noche e incluso nos indica la mejor posición para dormir.

Para algunos esto puede sonar como reglas y regulaciones las 24 horas del día, pero la realidad es que el Islam es una forma de vida tan natural que las reglas se vuelven tan fáciles como respirar.

Una cosa que es tan fácil como respirar es sonreír. Esa pequeña curvatura de la boca y las arrugas de los ojos que no solo te hacen sentir bien a ti, sino también a los que te rodean. Una sonrisa aligera la carga y libera el espíritu.

¡Pruébalo!

Ads by Muslim Ad Network

¿No te sientes más ligero y más feliz?

La sonrisa del profeta

El Profeta Muhammad sonreía mucho y con verdadera alegría. De hecho, sonreía con tanta regularidad que su sonrisa y comportamiento amable se mencionan una y otra vez en anécdotas e historias de sus tradiciones.

Abdullah ibn Harith dijo:

Nunca me encontré con una persona que sonriera tanto como el Profeta Muhammad. El Profeta Muhammad consideraba sonreír a un hermano como un acto de caridad.

At-Tirmidhi

Jarir ibn Abdullah dijo:

El Mensajero de Dios nunca me negó el permiso para verlo desde que abracé el Islam y nunca me miró excepto con una sonrisa (en su rostro).

Muslim

Cuando le preguntaron a uno de los compañeros del Profeta Muhammad si se sentaba con el Profeta, respondió:

Sí, muy a menudo. Él (el Profeta) solía sentarse en el lugar donde observaba la oración de la mañana o del amanecer hasta que salía el sol o cuando ya había salido; luego se ponía de pie, y ellos (sus Compañeros) hablaban sobre asuntos (pertenecientes a los días) de la ignorancia, y se reían (sobre estos asuntos) mientras que (el Profeta) solo sonreía.

Muslim

Uno de los compañeros del Profeta Muhammad habló de su relación con el Profeta cuando (el compañero) era un niño. Anas dijo:

El Mensajero de Dios era el que tenía el mejor carácter de entre los hombres. Un día me pidió hacer algo, y le dije: te juro por Dios que no lo haré. Pero en mi corazón sentí que debía ir a hacer lo que el Mensajero de Dios me había ordenado; así que salí y me encontré con niños jugando en la calle. De repente, el Mensajero de Dios, que había venido por detrás, me agarró por la nuca, y cuando lo miré, se estaba riendo.

Abu Dawud

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) tenía una naturaleza amable y gentil. Su amada esposa Aisha describió su carácter como el Corán, lo que significa que el Profeta Muhammad encarnaba las enseñanzas del Corán. Por lo tanto, el comportamiento y la personalidad del Profeta Muhammad son los mejores ejemplos que podemos seguir en nuestras propias vidas. Un compañero que pasó más de 10 años con el Profeta Muhammad dijo:

Durante todo el tiempo que pasé con él, nunca escuché una palabra indecente de sus labios y nunca lo encontré grosero con nadie. Hablaba con mucha cortesía. Era amable con todos”.

La disposición natural del Profeta hacía sonreír y reír junto con las personas que lo rodeaban.

Los efectos positivos de sonreír

Si el Profeta Muhammad sonrió, significa que esto es algo bueno e innato tanto para nosotros como para las personas que nos rodean. El Islam ha sido enviado por el Creador para ser la forma de vida perfecta para la humanidad, por lo que a veces las cosas más pequeñas pueden tener un gran impacto. Una sonrisa es una de esas cosas. Por lo que no es extraño que sonreír tenga muchos efectos positivos.

La sonrisa es considerada en todas las culturas como un signo de amistad y es una respuesta natural para compartir nuestra felicidad con los demás. Sonreír reduce el ritmo cardíaco y reduce temporalmente la presión arterial. Reduce el estrés al liberar endorfinas que naturalmente disminuyen las hormonas del estrés al mismo tiempo que lo ponen de mejor humor. Las endorfinas también reducen el dolor.

La sonrisa y la risa son ayudas útiles para el cuidado de nuestra salud. Sonreír estimula el sistema inmunitario al relajar el cuerpo y permitir que reaccione más rápida y eficazmente a los invasores.

También se ha demostrado que sonreír aumenta la productividad. Además, nos hace parecer más jóvenes y, según al menos un estudio, sonreír ayuda a la longevidad, pudiendo extender nuestras vidas hasta siete años. Todo estos beneficios y sonreír es contagioso, por lo tanto, a medida que obtienes todos estos beneficios los estás compartiendo con todos aquellos que te ven sonreír y te devuelven la sonrisa.

El Profeta Muhammad a menudo ha sido descrito como amable y generoso y su generosidad incluía sonreír a quienes lo rodeaban. Sabemos por evidencia científica cuán poderosa puede ser una sonrisa. En los primeros días del Islam no había artículos ni libros para leer.

Los compañeros emulaban a su querido amigo y Profeta sabiendo que su forma de actuar en cada asunto era la forma aprobada por Dios. ¿Eran conscientes de todos los beneficioso que tiene sonreír? Probablemente no, pero seguro que la felicidad los envolvía y su salud y comportamiento mejoraban cada vez que el Profeta Muhammad les sonreía.

El cuidado y el humor del profeta

El Profeta Muhammad ayudaba a los necesitados y a los pobres e iba a las casas de los enfermos para preguntar por su salud. Cada vez que se encontraba o pasaba cerca de alguien, decía “Assalamu Alaikum” con una sonrisa en su rostro.

Antes salgamos con renovado vigor para sonreír y reír con amigos y familiares, hay algunos puntos para recordar. El Islam es el camino de en medio. Somos una nación que debe ser conocida por nuestra moderación, por lo que reír y bromear sin descanso no es la mejor manera de comportarse.

Recuerda que, aunque el Profeta Muhammad se reía y bromeaba con su familia y compañeros, incluso poniéndoles apodos amistosos, siempre se comportaba con sensatez y buenos principios morales. Nunca bromeó de una manera que hiriera los sentimientos de alguien o bromeó sobre cosas que no eran ciertas. De hecho, se le escuchó decir:

“¡Ay del que habla y miente para hacer reír a la gente; ¡Ay de él, ay de él!”.

At-Tirmidhi

Sonríe, cuesta menos vale más de lo que crees.

About Aisha Stacey
Aisha Stacey is the mother of three adult children. She embraced Islam in 2002 and spent the next five years in Doha, Qatar studying Islam and working at the Fanar Cultural Centre. In 2006 Aisha returned to university for a second time and completed at Bachelor of Arts and a Graduate Certificate in Writing. Aisha is also a published writer in both internet and print media and in 2009 -10 she was the Queensland editor at a national Australian Islamic newspaper ~ Crescent Times.