Las historias del Corán generalmente se van contando en fragmentos pequeños y se revelan de form completa en varios capítulos.
La historia del profeta José, sin embargo, fue revelada en un solo capítulo.
Es una historia completa enmarcada en ambos extremos por una introducción y un epílogo.
A lo largo de la historia, a medida que avanzamos en la vida de José, aprendemos lecciones que son valiosas para hoy.
Las alegrías, los problemas y las tristezas de José lo arman de piedad y paciencia. Y si leemos detenidamente y meditamos en las palabras de Dios, también saldremos armados con las herramientas que necesitamos para tener éxito en esta vida y en el Más Allá.
El renombrado erudito islámico Ibn-ul Qayyim (1292 – 1350 EC) pudo extraer 1000 lecciones de la historia del profeta José.
Un erudito más reciente, Sheikh A R Naasir Al-Saadi (1889 – 1956 CE), escribió extensamente sobre treinta y tres lecciones que extrajo del capítulo.
En la introducción a esta historia Dios nos dice que esta es la mejor de las historias. Es una historia de la pobreza a la riqueza, de la humillación a la grandeza y de las dificultades a la comodidad.
Hay muchos artículos, libros físicos y electrónicos de escritores de conocidos, videos realizados por oradores de todo el mundo que pueden ayudarnos a comprender las lecciones que se encuentran en la historia del profeta José.
En este artículo hablaremos brevemente sobre cuatro lecciones importantes que pueden lanzarnos en un viaje de descubrimiento a través de las enseñanzas de la historia del profeta José (la paz sea con él).
Celos
Al principio del capítulo, ya en el versículo cinco, el padre de José, el profeta Jacobo, nos hace conscientes de la existencia de los celos y nos enseña cómo evitar causar celos entre los demás.
Los hijos de un Profeta planean matar a su propio hermano. Es un acto despreciable y nos da una fuerte indicación del poder de los celos. Tienen el poder de alterar el estado mental de una persona. Por lo tanto, se nos recuerda que no debemos presumir de nuestras bondades y bendiciones.
Los celos, cuando se despiertan, pueden causar lucha y conflicto. También se nos advierte que no nos pongamos celosos de lo que tienen otros porque no es una indicación de lo que tendrán cuando estén delante de Dios.
El Profeta Muhammad nos advirtió contra los celos diciendo que devoran las buenas acciones de la misma manera que el fuego devora la madera (Ibn Majah).
La historia de José también nos recuerda que los celos son obra de Shaytan. A lo largo del Corán se nos recuerda exhaustivamente que tengamos cuidado con los celos y las muchas otras trampas de Shaytan.
Paciencia
Una de las lecciones importantes que aprendemos de la historia del profeta José es que existen diferentes tipos de paciencia.
Un tipo es la paciencia que viene después de una calamidad. Si nos sucede algo malo, debemos hacer todo lo posible para abstenernos de decir cosas como:
“Ay Dios, por qué me está pasando esto, no lo merezco”.
Nunca debemos acusar a Dios de ser injusto.
El profeta Jacobo nos da un excelente ejemplo de esta paciencia que a menudo se llama hermosa paciencia.
En el versículo doce, cuando los hermanos de José volvieron a donde estaba a su padre diciéndole que un lobo se había llevado a José, el corazón de Jacobo se contrajo en agonía. Sabía que no tenía otra opción que enfrentar su miedo con completa sumisión a Dios. Así se vuelve a Dios con paciencia y esperanza.
Cuando quedó atrapado en lo profundo del pozo, José rezó en lugar de culpar a Dios por su desgracia.
Tanto el padre como el hijo se dirigieron a Dios con hermosa paciencia. En los últimos versos de la historia cuando un nuevo dolor, la pérdida de Benjamín, abruma a Jacobo, su primera reacción es ser paciente.
Instinto
Una de las bendiciones de Dios es nuestra intuición o instinto visceral. Cuanto más justa es una persona, más probable es que la brújula moral o el instinto de esa persona estén correctamente guiados.
El Profeta Muhammad nos dijo que tuviéramos cuidado con el instinto de un creyente porque él ve con la luz de Dios (At-Tabarani).
Cuando los hermanos volvieron a su padre con la historia de que un lobo se había llevado a José, él supo de inmediato que algo no estaba bien. No podemos acusar a una persona de un delito sobre en base a un sentimiento, sin embargo, si en una transacción comercial o una propuesta de matrimonio sentimos que algo no está bien, es perfectamente aceptable guiarnos por ese sentimiento.
Confianza
Los profetas José y Jacob tenían un plena confianza en Dios. Ambos reconocieron que Dios era lo único en sus vidas en lo que podían confiar totalmente. En el versículo 33, José le pide a Dios que lo rescate de la peligrosa situación en la que se encontraba con respecto a la esposa del ministro.
Sabía que Dios ayuda a los justos cuando más lo necesiten, y que todo lo que un creyente debe hacer es pedir ayuda a Dios. Aquellos que confían todos sus asuntos a Dios obtendrán consuelo y ayuda.
En el versículo 55, cuando José es nombrado ministro de finanzas de todo Egipto, vemos que su paciencia, perseverancia y total confianza en Dios cosechan recompensas.
Sin embargo, José sabía muy bien que la mayor recompensa se encontraba en el Más Allá.
Hacia el final del capítulo en el versículo 64, la absoluta confianza de Jacobo en Dios le permite dejar que los hermanos lleven a Benjamín a Egipto.
El versículo final
Dios cierra la historia de José con un epílogo. Los tres versículos introductorios nos dicen que lo que estamos a punto de leer es la mejor de las historias.
En el último verso, Dios nos dice que esta historia, así como todas las historias reveladas en el Corán sobre los Profetas y Mensajeros, contienen lecciones para las personas de entendimiento.
Dice que las historias no son inventadas sino que son historias reales reveladas para el beneficio de aquellos con intelecto.
Aquellos que no usan la mente, con la que Dios los ha bendecido, leen las historias y las ven nada más que como cuentos de hadas para dormir.
Sin embargo, para los creyentes, estas historias son lecciones útiles e instructivas. Dan los detalles de todo lo que se requiere para la guía de la humanidad. Nos enseñan sobre el triunfo y la derrota, el éxito y el el fracaso, la alegría y la desgracia.
Las historias que Dios relata nos ayudan a determinar qué parte de esta vida es valiosa y qué cosas debemos evitar sin importar cuán atractivas parezcan.
La historia del profeta José, en particular, es una historia llena de lecciones de las que podemos aprender en cualquier lugar o situación. Se centra en la paciencia ante la adversidad y la confianza en Dios cuando las circunstancias nos han dejado solos y desvalidos.
Traducido del inglés del archivo de About Islam: 4 Lessons from the Life of Prophet Joseph (PBUH)