Contrario a la creencia popular, el estudio de la psicología de la felicidad muestra que somos más felices cuando nos preocupamos menos por nosotros y más por los demás.
Cuando era joven, siempre que alguien me preguntaba qué quería ser de mayor, decía: “Quiero ser feliz”. Y eso era todo. Eso era todo lo que quería. Lo que sea que eso significase. Cualquiera camino que tuviese que coger para ser feliz, estaba dispuesta y lista.
De acuerdo con mi sociedad, parecía que la felicidad era el objetivo de la vida. Y sentir tristeza, o cualquier tipo de malestar, significaba que no has logrado tu propósito en la vida. La ironía de este enfoque sobre la vida es que crea aún más infelicidad, sentimientos de insuficiencia e inseguridad, que con demasiada frecuencia conducen a la depresión.
Para colmo de males, nuestra sociedad nos dice que, en la búsqueda de la felicidad, son principalmente las actividades egoístas las que producen felicidad; como el entretenimiento, la bebida y otras cosas que son malas para nosotros. Y, en última instancia, las actividades que pretenden producir felicidad suelen dejarnos vacíos e indispuestos.
La psicología de la felicidad
En contraste directo con la creencia común de que la felicidad proviene de actividades superficiales, los psicólogos que estudian la psicología de la felicidad han descubierto que las personas que abordan la vida a través de su espiritualidad o fe experimentan más felicidad que aquellos que creen que la felicidad proviene de actividades superficiales.
Las personas que tienen una fe fuerte o se centran en la espiritualidad dicen ser “muy felices”, tienen una vida más larga, un menor riesgo de depresión y suicidio, son más resilientes, son más fieles en las relaciones, tienen hijos más felices y están más satisfechos con su vida familiar”. (Fuente)
La fe y la espiritualidad contribuyen a la felicidad de muchas formas, algunas incluso pueden parecer paradójicas.
Ayudar a los demás
Quien alivia la angustia sobre los asuntos difíciles de este mundo de un creyente, Allah lo rescatará de una de las dificultades del Más Allá. Quien alivie a alguien en una situación desesperada en la que no pueda pagar su deuda, Allah aliviará su suerte tanto en este mundo como en el Más Allá. […] Allah ayuda al siervo mientras el siervo esté ayudando a su hermano.
Muslim
Como musulmanes, sabemos que si queremos el bien para nosotros mismos, primero debemos pensar en hacer el bien por los demás. Podemos encontrar mucha alegría al ayudar a otros y construir una comunidad sana y estable a través de buscar y ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros. Dar puede hacer que nos demos cuenta de cuánto tenemos realmente y promover un sentimiento de satisfacción.
Dar es mejor que recibir en todos los niveles. Richard Ryan, psicólogo de la Universidad de Rochester, dice: “Muchas veces pensamos que la felicidad surge porque obtienes cosas para ti. Resulta que, de manera paradójica, dar te da más, y creo que ese es un mensaje importante en una cultura que a menudo recibe mensajes con el efecto contrario”. (Fuente)
El esfuerzo
¡Por un alma y Quien la modeló! Y le infundió su rebeldía y su obediencia. Que habrá triunfado el que la purifique.
Corán 91:7-9
Como musulmanes, se nos enseña a estar siempre luchando contra nuestros caprichos. Luchar contra la pereza de levantarse y rezar, contra el hambre de ayunar, contra la ansiedad de tener paciencia, etc. Pero esta lucha contra nuestros propios caprichos nos lleva a sentirnos más centrados después de la oración, a sentirnos más en paz después del ayuno y a sentirnos gratificados después de tener paciencia.
Pero, ¿no es esforzarse malo para nosotros porque produce estrés? No siempre. Según NBC News, “investigadores están estudiando el lado positivo del estrés. Algunos creen que los aumentos a corto plazo pueden fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra algunas enfermedades del envejecimiento, como el Alzheimer, al mantener las células cerebrales funcionando a su máxima capacidad”. (Fuente)
Ser agradecido
Y cuando os anunció vuestro Señor: Si sois agradecidos, os daré aún más.
Corán 14:7
El Islam nos enseña a ser agradecidos, a comprender que nunca seremos felices teniendo más si no somos felices con lo que tenemos. Y si podemos alcanzar un estado de gratitud por lo que tenemos, realmente nos sentiremos satisfechos y a contentos.
Según el Huffington Post, “Dr. Robert A. Emmons ha realizado un estudio recientemente sobre la gratitud en la universidad UC Davis que demostró beneficios medibles sobre la salud psicológica, física e interpersonal para los sujetos que practican la gratitud. Lo más interesante es que escribió que “la evidencia sobre la gratitud contradice la opinión generalizada de que todas las personas tienen un ‘punto fijo’ de felicidad que no se puede restablecer por ningún medio conocido”. (Fuente)
Felicidad
Después de pasar mi juventud buscando la felicidad en actividades centradas en mi, y solo encontrando el vacío, llegué al Islam. Y a través de mi fe, cambié mi enfoque de ayudarme a mí misma a ayudar a los demás, de querer más a estar agradecida por lo que tengo, de complacerme a mí misma a complacer a mi Creador.
Este cambio de enfoque tuvo un impacto muy grande y positivo en mi vida, mi perspectiva y mi nivel de felicidad.
Finalmente, alcancé mi objetivo de ser feliz, y fue a través de un camino que nunca hubiera esperado: el Islam.
Este es un artículo del archivo de aboutislam.net, puedes leer la versión original en inglés aquí.