Nuestro Din, el Islam, está formado por dos grandes elementos: forma y significado. Uno es ad-Dhahir, lo aparente, la forma, lo que se puede materializar como Sharía. Otro es al-Batin, lo invisible, la espiritualidad, el corazón.
Forma y significado: las dos alas de un pájaro
Ambas partes, la forma y la espiritualidad, son necesarias en el Din. Son como las dos alas de un pájaro, que si una le falla, no puede volar.
Forma y significado son las dos partes que hemos de buscar si queremos tener un Din completo, si queremos aspirar a la excelencia.
Pero ambas cosas vienen de Allah. Él ha creado lo material y lo espiritual y ha hecho que lo material sea un contenedor para lo espiritual.
Lo espiritual es el contenido, todo aquello que hacemos para elevar nuestro estado y estar más cerca de Allah. Es como una bebida que necesita un recipiente que la contenga. Este recipiente es la forma, que es lo material. Cuando lo espiritual y lo material están juntos, al forma y el significado convergen.
Esta forma no es aleatoria, sino que contiene una sabiduría.
Una forma superficial
Por desgracia, en muchos casos se nos enseña una forma superficial, sin significado. Por ejemplo, cuando nos cuesta hacer las oraciones a su hora es porque no entendemos el valor que tienen estas.
Cuando tenemos un trabajo, una clase o una consulta con el médico, no ponemos excusas para no ir o llegar tarde. En cambio, cuando es la hora del Salat, sí que lo hacemos.
Esto se debe, entre otras cosas, a la forma materialista de ver el mundo de la sociedad en la que vivimos. Se debe a que no entendemos por qué hacemos la oración. Esta sociedad ha separado forma y significado.
Allah nos ha trazado un camino para acercarnos a Él. El primero en recorrer este camino fue el Profeta Muhmmad, quién nos enseñó cómo hacerlo.
Toda realidad se tiene que materializar
¿Quién creería a un cónyuge o pretendiente que dice que nos quiere mucho, pero que no nos habla, no nos mira y no acude a las citas? Por mucho que esta persona dijese que nos quiere, sus acciones dicen lo contrario. Si su amor fuese verdadero, se materializaría en acciones.
No podemos pretender que amamos mucho Allah cuando nuestras acciones nos dicen lo contrario. La forma que Allah ha establecido, con la oración, el ayuno, el tratar bien a la gente, etc. tiene un significado: que no nos olvidemos de él mientras vivimos nuestra vida.
El significado de esta forma es que materialicemos en nuestra acciones lo que creemos en nuestro corazón.
Assia San, en este video de Instagram, lo explica mejor: