En el Hajj aprendemos nuestra historia. Las historias de Adán, Eva, Hajar, Ibrahim y Muhammad (la paz sea con ellos) cobran vida. Vemos los lugares en los que se esforzaron en sus viajes de regreso a su Señor.
La Peregrinación, nos muestra un poco de los sacrificios hechos por aquellos que lograron el éxito. En este proceso en el cual seguimos sus pasos físicos y espirituales, alineamos nuestros corazones con aquellos que lideran el camino de regreso a Allah (SWT).
Atamos nuestras almas jóvenes a sus legados con la esperanza de que podamos crecer rectos y fuertes.
Hajj como recordatorio
En el Hajj vemos nuestro futuro, ya que se dice que es una práctica para el Día del Juicio. Una capa del velo que creamos para nosotros mismos que nos hace sentir a salvo de la muerte y el Día del Juicio se retira a medida que viajamos para reunirnos con la humanidad.
Oramos con sinceridad para ser salvados del desvío y la desgracia.
Nuestro pasado y nuestro futuro convergen en el Hajj.
Cuando salimos de nuestro hogar, dejamos atrás la injusticias y viajamos hacia la justicia. Con cada paso en el camino que damos hacia el Hajj, damos un paso en el camino hacia Allah (SWT). Cuando nos quitamos la ropa normal y nos ponemos nuestro ihram, nos quitamos el ego y el nafs y nos ponemos la ropa de la igualdad en la humildad.
La Peregrinación debe hacerse dentro de meses determinados; el que, dentro de este periodo de tiempo, se comprometa a peregrinar, deberá abstenerse, mientras dure la Peregrinación, de tener trato sexual, de transgredir y de disputar. El bien que hagáis, Allah lo conoce.
Corán, 2:197
Y llevad provisiones, aunque la mejor provisión es el temor (de Allah). Así pues guardaos, vosotros que entendéis la esencia de las cosas.
Rituales del hajj
Cuando orbitamos la Kabah afirmamos que somos parte de la creación del Creador Único, quien creó también los cuerpos celestes que orbitan. Somos conscientes de que somos únicos en la creación porque lo hacemos con libre albedrío.
Los corazones se llenan de paz y admiración en el lugar original de adoración en la tierra.
Y cuando hicimos de la Casa (la Ka’abah) un centro de reunión y un lugar seguro para los hombres que adoptaron la estación de Ibrahim (como lugar de oración). Habíamos pactado con Ibrahim e Ismail que mantuvieran pura Mi casa para los que cumplieran las vueltas en torno a ella, los que allí permanecieran y los que se inclinaran y postraran.
Corán, 2:125
Cuando corremos entre Ṣafa y Marwah, admitimos que, al igual que Hajar, tenemos una necesidad desesperada de cualquier provisión que Allah (SWT) nos dé.
No incurrís en falta si buscáis beneficio de vuestro Señor [Comerciando durante los días de la Peregrinación.]
Corán, 2:198
Cuando estamos en ʿArafat, rodeados por un mar de humanidad, le rogamos a Dios en Dua que nos perdone, como lo haremos en el Día del Juicio. Es en este mismo lugar donde se nos recuerda el lugar donde se encontraron nuestra madre y nuestro padre, Adán y Eva, después de descender a la tierra.
Salid al llano por donde lo hacen todos y pedid perdón a Allah, Allah es Perdonador y Compasivo.
Corán, 2:199
Cuando nos quedamos en Mina y Muzdalifah, recordamos los límites de nuestros cuerpos, lo ilimitado de Dios, y estamos agradecidos por las facultades que Dios nos ha dado.
Invocad a Allah en días señalados. El que se apresure haciéndolo en dos días, no comete falta.
Corán 2:203
Y el que se retrase tampoco comete falta, siempre que tenga temor (de Allah). Temed a Allah y sabed que seréis reunidos para volver a Él.
Cuando apedreamos el Yamarat, como lo hizo Ibrahim (as), reconocemos la capacidad de nuestro enemigo para desviarnos y profundizamos nuestro deseo y sinceridad de recibir una guía verdadera.
Y cuando, viniendo de Arafat, salgáis al llano, invocad a Allah junto al “Mash´ar al-Haram”.
Corán 2:198
Recordad cómo os guió, a pesar de que antes de hacerlo os contabais entre los extraviados.
Todos los aspectos del Hajj tienen un componente físico, pero sus significados más profundos son espirituales.
Ni su sangre ni su carne ascienden a Allah, lo que llega a Allah es vuestro temor de Él.
Corán, 22:37
Este verso encarna la esencia del Hajj. No es una rutina irreflexiva de actos físicos destinados a complacer a nuestro Señor.
Revive tu alma
Lo que cuenta es la intención del corazón. Lo que importa es la voluntad de gastar energía física para acercarse a nuestro Señor. Y es el deseo de mirar al pasado para aprender y prepararnos para nuestro inevitable futuro lo que alcanza a Allah (SWT).
Cuando la peregrinación se ve por lo que es, como un rito espiritual, como mirar hacia atrás y mirar hacia adelante, como un acercamiento a Allah (SWT), el alma se renueva en su propósito y su camino se vuelve más claro.
El resultado de este esfuerzo físico, esta intención sincera, por este viaje espiritual es nada menos que el Paraíso. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:
La recompensa por un Hajj aceptado no es sino el paraíso.
Al-Bujari
Traducido del inglés del archivo de About Islam: Hajj – It’s All About Spirituality