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Cómo vivir una buena vida: 6 enseñanzas del Corán

¿Quién de nosotros no quiere vivir una buena vida? Una vida sin preocupaciones, penurias, problemas y dificultades. Una vida llena de bendiciones, felicidad, buenos momentos y tranquilidad.

No sería demasiado arriesgado decir que todo el mundo desea vivir la mejor vida posible y también se esfuerza por conseguirla dentro de sus posibilidades. A pesar de los obstáculos y desafíos, todos tratamos de aprovechar lo mejor que nos da la vida.

Allah dice en el Corán:

A quien haya obrado con rectitud sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho.

Corán, 16:97

En el versículo anterior, Allah menciona algunos puntos importantes:

(i) Allah otorga una recompensa a quien actúa de forma recta, en la forma de una buena vida, incluso en este mundo: “hayaatan tayyibatan“.

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(ii) Otorga esta recompensa mundana a quién cree en Él, ya sea hombre o mujer. Esta es en realidad una especificación que invita a la reflexión, puesto que en algunas culturas patriarcales de todo el mundo, se cree que las mujeres no pueden vivir una buena vida aquí, en la tierra, como sí pueden hacerlo los hombres.

(iii) Esta recompensa, de una buena vida, no resta a la recompensa que Allah le dará a ese creyente en el Más Allá, que también estará de acuerdo con las mejores acciones que el creyente solía realizar en la vida de este mundo. 

Entonces ¿Cómo vive un creyente una buena vida? ¿Qué bendiciones mundanas especiales disfrutan como recompensa por sus obras?

Protección y ayuda de los ángeles

En otra parte del Corán, Allah menciona cómo los ángeles son los protectores y ayudantes (“auliyaa”) de los creyentes en la vida de este mundo. (41:30-31)

Esta ayuda y protección de ángeles especialmente designados es una bendición mundana que los creyentes sinceros y rectos, que hacen buenas obras, reciben de Allah durante la vida de este mundo.

Estos ángeles facilitan los asuntos de los creyentes, los protegen del daño y les otorgan una facilidad especial en todos los asuntos. Por ejemplo, cuando un creyente sale a realizar un recado mundano, como tener que esperar en una larga fila para conseguir algo, lo cual a un incrédulo puede llevarle todo el día, la ayuda de los ángeles permite que el recado del creyente se realice rápidamente y sin disgusto y molestia, como si fuese un pequeño ‘milagro’.

La causa mundana de la facilidad que los creyentes encuentran con regularidad suele ser imposible de rastrear e indetectable por medios tangibles, ya que es de naturaleza angelical.

No tener carga de faltas acumulados

Allah dice en el Corán que algunos de los castigos por las faltas de la humanidad en la vida de este mundo se presentan en forma de problemas, dificultades, retrasos y penurias. (42:30)

Dado que los creyentes tienen la costumbre de arrepentirse constantemente ante Allah con sinceridad por sus faltas y errores cotidianos, no cargan con el peso de estas faltas sobre sus hombros; que se manifiestan como corazones ennegrecidos y conciencias culpables.

Como nunca hacen mal ni oprimen a nadie intencionalmente, se sienten ligeros y liberados, y como resultado, sus asuntos se vuelven fáciles en lugar de difíciles.

Barakah (crecimiento y pureza) en la provisión halal

Los creyentes ganan dinero solo a través de medios halal. Como resultado, incluso si el número de sus ganancias es aparentemente menor que el de los transgresores injustos e incrédulos, Allah los bendice con un crecimiento tremendo y bendiciones en la provisión.

Por ejemplo, tienen buena salud, resistencia, una memoria aguda, productividad las veinticuatro horas del día, energía para hacer obras rectas, familias amorosas y otras ganancias/crecimiento a largo plazo en sus activos.

Desapego de los medios mundanos

Los creyentes que hacen sacrificios en el camino de Allah y se esfuerzan mucho en hacer buenas obras para complacer a Allah, son recompensados ​​con un tipo de “riqueza” única e invaluable. Esta riqueza los hace sentir siempre en paz, tranquilos y no afectados por esas preocupaciones, miedos, expectativas y angustias que habitualmente acosan a los incrédulos.

Esta “riqueza” es su total desapego y falta de dependencia de los medios y personas del mundo para hacer las cosas. Un creyente que se ocupa de obras justas, no se preocupa si se encuentra con un obstáculo. Cree con convicción que todo lo que se ha decretado que va a suceder, sucederá; de lo contrario, será recompensado por su intención y esfuerzo.

Esto los hace sentirse totalmente desconectados del mundo: en paz y en total calma.

Amor a la gente, sin ataduras

Otra bendición que ayuda a los creyentes a vivir una buena vida como recompensa por sus buenas acciones, es que Allah llena los corazones de las personas con amor por ellos.

Ahora, este amor no es comparable con el tipo de adulación tóxica y excesiva que la gente alberga en su corazón por las celebridades.

Si no que este amor por un creyente, con el que Allah llena los corazones de la humanidad como recompensa por las buenas obras del primero, es puro y sincero. Ayuda a facilitar los asuntos del creyente cada vez que interactúa con la gente de alguna manera, especialmente para el logro de objetivos mundanos.

Por ejemplo: los médicos, empleados, camareros y vendedores pueden ser más atentos y amables con un creyente cuando solicita su servicio.

Estar en compañía de los justo: precursor del paraíso

Por último, pero no menos importante, una de las mejores recompensas mundanas que Allah concede a un creyente justo por sus buenas obras es la compañía de otros como él: esclavos puros, sinceros, humildes y justos de Allah, que dedican su tiempo, esfuerzos, y riqueza en hacer buenas obras.

Allah mantiene a los creyentes alejados de los transgresores, los malhechores y los que odian, así como de sus reuniones. En cambio, facilita que los creyentes pasen tiempo en compañía justa, lo cual es reconfortante, estimulante en la fe y un rejuvenecedor espiritual para ellos.

Esta compañía es también una forma de buenas nuevas: que estarán con los amados esclavos de Allah incluso en el Más Allá, morando en la dicha eterna en el Paraíso.

Los creyentes que se esfuerzan mucho y hacen grandes sacrificios de beneficios mundanos para realizar obras rectas pueden llevar una vida exteriormente muy sencilla. Su vida puede parecer “poco glamorosa” y “aburrida” para quien observa debido a la naturaleza engañosa de este mundo.

Sin embargo, disfrutan de bendiciones mundanas especiales las que, si se hicieran evidentes, otros lucharían por ellas.

Que Allah nos haga entre estos creyentes con quienes Allah está complacido. Amin.

Este es un artículo del archivo de aboutislam.net, puedes leer la versión original en inglés aquí.