Mariana Valdez comparte con nosotros su historia de cuando fue a estudiar al extranjero bastante lejos de México. Fue a estudiar a China y pudo conocer e interactuar con muchos estudiantes de diferentes culturas y creencias. Muchos de esos estudiantes eran estudiantes que creían en el Islam. Como estaban en cursos juntos, se encontró trabajando muy de cerca con ellos en proyectos grupales y estudiando para los exámenes.
La conversación sobre el Islam
Mariana comenzó a desarrollar una amistad muy fuerte con estas personas. Un día fueron a tomar café y ella fue a sentarse al suelo. Inmediatamente uno de sus amigos le dijo: “¡ESPERA! No te puedes sentar así”. Ella los miró divertida y dijo: “¿qué quieres decir?”. Entonces la persona dijo: “toma esta almohada y luego puedes sentarte”. Estaba perpleja y respondió que no necesitaba eso para sentarse. Fue entonces cuando esta amiga explicó que, como mujer, ella es importante y debe ser atendida. Esta conversación llevó a que le preguntara a Mariana si conocía a Maria, y aclararon a Maria, la madre de Jesús.
Mariana estaba sorprendida por esta pregunta. Se preguntaba ¿por qué sabes de María y por qué sabes de Jesús? Le respondieron explicando que los musulmanes creen en María y creen en Jesús. De hecho, hay un capítulo entero en el Corán dedicado a María, madre de Jesús. Sin embargo, aclaran que en lugar de creer que Jesús es el hijo de Dios, creen que es un profeta.
Curiosidad y educacion
Después de esta reunión de café, Mariana comenzó a investigar sobre el Islam, qué era y quiénes eran los musulmanes. ¿Cómo tratan a sus mujeres? Descubrió que una de las únicas cosas que tenía que hacer para convertirse en musulmán era creer en un solo Dios sin ninguna asociación y creer en todos los Profetas que Dios nos había enviado desde Adán, pasando por Abraham, hasta Moisés, incluido Jesús, y terminando con el profeta Muhammad (la paz sea con ellos).
También investigó cómo trataban a las mujeres, porque lo que había visto en la televisión no era lo que le decían. Fue entonces es cuando vio lo verdaderamente importantes que eran las mujeres en el Islam. Vio cómo eran la base de la familia, y la familia es la base de la sociedad. Fue entonces cuando se enamoró.
Entonces, ¿por qué las mujeres tienen que cubrirse? Bueno, primero porque Dios lo ha ordenado en el Corán y también para recordarse a sí mismos que son un siervo de Dios y es un recordatorio de ser humilde y modesta y su belleza es para su familia. Los que realmente la valoran y la aman. Ella nunca había visto este tipo de respeto en su propia comunidad.