Todos enfrentamos períodos de ansiedad, dificultades y decepciones a causa de las pruebas en nuestra vida. En los peores momentos podemos sentir como si todo el mundo se hubiera confabulado específicamente para asegurarse de que no seamos felices.
Como musulmanes, ¿cómo debemos entender estos momentos de nuestras vidas? Desde una perspectiva, podríamos entender las dificultades como un castigo por no ser lo suficientemente buenos. No hemos cumplido con todo lo que se supone que debemos hacer o no somos tan fuertes en nuestra creencia como deberíamos ser.
Esto es incorrecto. Históricamente, los que más han sufrido en su vida han sido los Profetas. El propio Profeta Muhammad (la paz sea con él) enfrentó períodos inhumanos de hambre durante el boicot comercial de La Meca contra los musulmanes.
Incluso después de huir de la ciudad, establecer un hogar en Medina y ganar batallas contra los no creyentes de La Meca, las vidas del Profeta y los musulmanes estaban llenas de inseguridad y su propia existencia amenazada regularmente.
En lugar de mirar las dificultades como castigo, podemos usar los versículos del Corán para desarrollar una perspectiva diferente: que las dificultades son el método de Dios a través del cual somos probados en nuestra creencia y se nos da la oportunidad de crecer.
No hay creencia sin prueba
En un principio esto podría sonar de una forma bastante intensa, por no decir un poco sádica, de ver las dificultades. ¿Un Dios amoroso realmente quiere que sus adoradores pasen por estrés y dolor? Absolutamente, pero por una buena razón:
¿Es que cuentan los hombres con que se les va a dejar decir: creemos y no van a ser puestos a prueba? Es verdad que ya probamos a los que les precedieron. Para que Allah sepa quiénes son sinceros y quiénes son los falsos.
Corán 29:2-3
Simplemente tener fe en Dios y el Islam no es suficiente. Cuando tomas lecciones de Teología (Aqidah) 101, la definición estándar que se da es que la fe es “creer con el corazón y realizar acciones externas con el cuerpo”. Uno no puede prescindir del otro, y la fe necesita acción para apoyarla.
Además, esa fe debe ser probada ya que, a través de estas pruebas, los “falsos” en el versículo, aquellos que simplemente afirman que son fuertes en su fe pero en realidad no lo son, son separados de los que son “sinceros”.
A veces puede ser duro, pero nadie, ni siquiera los profetas, pudieron transmitir sus mensajes y alentar a otros a seguir a Dios sin que su fe fuera probada en todo momento.
Tu prueba está hecha a medida
¿No te ves capaz de pasar por las dificultades que enfrentaron los Profetas? No te preocupes, Dios te tiene cubierto:
Allah no impone a nadie sino en la medida de su capacidad, tendrá a su favor lo que haya obtenido y en su contra lo que se haya buscado.
Corán 2:286
Cada prueba y dificultad, por lo tanto, es exactamente lo que necesitas para crecer en tu creencia. Nada más y nada menos. Y si, después de escuchar esta primera parte del versículo, estás preocupado por el sufrimiento que incluso esto pueda conlleva, entonces este versículo se combina con una de las súplicas más fuertes de todo el Corán:
¡Señor nuestro! No nos tomes en cuenta si olvidamos o erramos. ¡Señor nuestro! No pongas sobre nosotros un peso similar al que pusiste sobre los que nos precedieron.
Corán 2:286
Solución: salir, perseverar y confiar en Dios
Ahora que sabemos que nuestra fe será probada, y la prueba hecha a la medida de nuestra situación particular y diseñada para ayudarnos a fortalecernos en nuestra relación con Dios, ¿cómo debemos enfrentarla? Del Corán, aprendemos que hay una cosa importante que no puedes cambiar: tu sustento asignado (rizq).
Y quien teme a Allah, Él le da una salida. Y le provee desde donde no lo espera. Quien se confía en Allah, Él le basta. Es cierto que la orden de Allah llega hasta donde Él quiere. Allah le ha dado a cada cosa un término y una medida.
Corán 65:2-3
Si vas a ser rico o pobre, con éxito en la vida o un fracaso, ya se ha elegido. Solo sentémonos y veamos cómo sucede, ¿verdad? No. De hecho, Dios nos animó abiertamente a salir al mundo y probar, sin importar lo difícil que parezca:
Pero una vez concluida la oración, id y repartíos por la tierra y buscad el favor de Allah. Y recordad mucho a Allah para que podáis tener éxito.
Corán 62:10
Aunque este versículo se trata específicamente de detener el comercio durante las oraciones del viernes, tiene la implicación más amplia de alentar a los musulmanes, cuando no están cumpliendo con sus oraciones requeridas, a trabajar lo más duro posible para hacer del mundo un lugar mejor. Cuando todo no sale según lo planeado, el Corán nos llama a ser pacientes:
Y sé paciente pues en verdad Allah no deja que se pierda la recompensa de los que hacen el bien.
Corán 11:115
Buscad ayuda en la paciencia y en el ṣalat, porque en verdad ello es mucho excepto para los que se humillan.
Corán 2:45
Finalmente, no importa lo que hagamos, debemos entender que todo lo que hay en el universo viene directamente de Dios; es a Él a quien volvemos. En todos nuestros esfuerzos, fracasos y dificultades, debemos usar estos momentos como oportunidades para crecer en nuestra fe, poniendo toda nuestra confianza en Dios:
Os acordaréis de lo que digo. Confío mi asunto a Allah, es cierto que Allah ve a los siervos.
Corán 40:44
Traducido del inglés del archivo de About Islam: Growing in Faith Through Life’s Trials