Queridos padre y madre,
Os escribo porque, en este momento, escribir me resulta más fácil que hablar. Me preocupa decir algo incorrecto; que entraremos en una discusión. Me preocupa herir vuestros sentimientos, me preocupa que las palabras puedan separarnos.
Mi amor por vosotros nunca cambiará. Estoy en este mundo porque Dios os eligió como mis padres. Es por vuestro amor que existo. Gracias a vuestro amor y cuidado, soy la persona que soy hoy. Vosotros sois mi hogar en este mundo.
Queridos madre y padre, abracé el Islam y me hice musulmán. Después de una larga búsqueda de un hogar espiritual, encontré paz y tranquilidad al inclinarme ante Dios cinco veces al día. Someterme a Él y a Su voluntad me da estabilidad, esperanza y fortaleza en este mundo que se ha vuelto inestable y desconfiado.
Mis queridos padres, vosotros siempre seréis mi familia. Me disteis todo lo que necesitaba desde que nací. Me enseñasteis mucho de lo que sé. Y me disteis el amor que necesitaba para convertirme en un ser humano decente.
Dios me enseña a honrar a mis padres, a estar a su servicio y a tener el mejor comportamiento hacia ellos.
Las madres y el paraíso
Te pido perdón si alguna vez te hice daño, te hablé mal, te ignoré o te hice sentir mal. No sabía hacerlo mejor. Al estudiar el Islam, aprendí que el paraíso está bajo los pies de nuestras madres y que debemos respetar a nuestra madre y nuestro padre. Intentaré desde mi corazón ser la mejor hija para ti.
Madre, no es que ya no me guste tu comida; por favor, no lo malinterpretes. Hay ciertas cosas que Dios no quiere que consuma. El cerdo es uno; beber alcohol es otra. Todavía amo tus comidas caseras, tus pasteles. ¿Quizás podamos aprender juntas a adaptar nuestras recetas familiares para que se ajusten a mi nueva forma de vida?
Padre, todavía me gustan tus amigos y no me importa hablar con ellos. Pero Dios ha establecido reglas para las interacciones entre hombres y mujeres que no son parientes, y me gustaría seguirlas sin ofenderte a ti ni a ellos.
Por favor, papá, espero que entiendas que me cubriré la cabeza al saludar a tus amigos. No porque no me gusten, pero Dios les dice a las mujeres musulmanas que cubran su belleza frente a los hombres que no pertenecen a su familia.
Queridos madre y padre, sé que tomar una copa es parte de nuestra tradición familiar en ciertas ocasiones festivas. Aceptar mis más sinceras disculpas puesto que ya no podré unirme a vosotros bebiendo. Me sigue encantando estar con vosotros, pero ¿tal vez podamos encontrar una manera de celebrar y estar juntos sin alcohol?
Puede parecer que esté pidiendo mucho, pero dejarme que me explique.
Desde que acepté el Islam, siento que mi corazón está más tranquilo buscando estar más cerca de Dios.
He encontrado mi propósito en la vida
Cada paso que doy hacia Él me trae alegría. Cada logro en este nuevo viaje trae luz a mi rutina diaria.
Siento que por fin conozco el propósito de mi vida. Es adorar a Dios.
Como he llegado a saber, el Islam es la última religión revelada por Dios, diseñada para ayudarnos a navegar a través de estos tiempos difíciles que experimentamos actualmente. Seguir la revelación final de Dios nos brinda el aporte espiritual y el alimento que nuestra alma necesita para resistir las pruebas y tribulaciones que enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Nos volvemos hacia Dios. Nos sometemos a Él.
Queridos mamá y papá, ahora entiendo que adquirir un teléfono nuevo, un auto nuevo o zapatos o bolsos nuevos no es mi propósito en esta vida. Solía pensar que comprar cosas me traía felicidad. Pero esta felicidad nunca duró lo suficiente como para cubrir el vacío creciente dentro de mi alma.
Cuantas más cosas compraba, menos satisfecha estaba. Pensé que algo estaba mal en mi, porque no sentía la misma alegría al comprar que los demás parecían sentir. Ir de compras se convirtió en un círculo vicioso.
Ahora sé que no me pasaba nada. Aprendí que Dios puso en nuestras almas el anhelo inherente de buscarle y que no podemos encontrar la verdadera felicidad sin Dios en nuestras vidas.
Alhamdulillah, las alabanzas pertenecen a Dios, porque comencé a sentir esta verdadera felicidad. Encontré a Dios.
Mis queridos padres, espero sinceramente que me entiendan. Espero y rezo para que encontremos una forma pacífica de hablar de todo esto. El Islam es mi forma de vida, mi felicidad y alegría. Nada me gustaría más que compartir mi nueva felicidad con vosotros porque son las dos personas que más amo en esta vida.
Vuestra hija.
Traducido del inglés del archivo de About Islam: To My Non-Muslim Parents: I Am Still Your Daughter